miércoles, 3 de febrero de 2016

Carta abierta al “teólogo” Apologista Mario Olcese.


Y es que usted, Sr. Olcese, acaba de publicar un video (28/01/16) en el que me llama mentiroso, deshonesto, ignorante en cuanto a entendimiento escritural (y en algunas otras cosas ¡no se crea usted!), así como señalarme que tendría que pedir públicas disculpas por mis constantes engaños a aquellos que me leen…… extremo este que dejaré para el final y en el que demostraré quién de los dos es el que realmente engaña al “personal”. Por lo tanto y como sus palabras tiene como punto de referencia mi escrito del 25/01/16 y en el que discrepaba de usted, acerca de lo correcto o no del uso del término “sígueme” en Mat. 8:22, en lugar del “continúa siguiéndome” de la TNM y que, según el contexto, es el que procede, a esto es a lo que primero daré atención; aunque como los pormenores del caso, aquellas personas que nos leen ya los pueden encontrar si se acercan a ambas exposiciones, pasaré solo a incidir en los tres aspectos que considero fundamentales en su video…… pero antes y por aquello de no perdernos, veamos el pasaje mencionado y situado, obviamente, ya en su contexto:

Y cierto escriba se acercó y le dijo: “Maestro, te seguiré adondequiera que estés para ir”. 20 Pero Jesús le dijo: “Las zorras tienen cuevas, y las aves del cielo tienen donde posarse, pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza”. 21 Entonces otro de los discípulos le dijo: “Señor, permíteme primero ir y enterrar a mi padre”. 22 Jesús le dijo: “Continúa siguiéndome y deja que los muertos entierren a sus muertos”.” (Mat. 8:19-22).

Ya establecido el punto de referencia, pasemos al primero de esos tres aspectos que le he citado y que tiene que ver con el hecho de que yo en ningún momento he dicho (como afirma usted en el m. 9 de grabación) que lo que caracterizaba a los discípulos de Jesús era el hecho de que le seguían: lo que yo digo y lo tiene usted en el párrafo ocho (no cuento como párrafos los textos transcritos) es que no podemos perder de vista el hecho de que el término “discípulo”…… “es usado en los evangelios, por lo general, para identificar al grupo de seguidores más íntimos de Jesús y que le acompañaban en sus viajes evangelizadores y mucho antes de que escogiera a los doce apóstoles”. A continuación paso a transcribir los pasajes que demuestran lo acertado de mi planteamiento y añadiendo al término de cada uno de ellos la condicional de “todo parece indicar”, o “pareces ser, por lo tanto” o “de nuevo ello parece indicar”…… por lo que su afirmación en el sentido de que yo he dicho, no es más que una de tantas falacias tendenciosas a las que nos tiene acostumbrados, con tal de salirse con la suya aunque sea a costa de subvertir la verdad. Y como lo único que yo hago es opinar sobre aquello que parece confirmar el texto sagrado y no el ser autor de lo que este expone, permítame continuar siendo responsable de lo que digo y no de aquello que usted dice que yo digo.

El segundo de los tres aspectos mencionados, tiene que ver con el hecho de que yo nunca he puesto en entredicho el que usted sea poseedor de los títulos de los que tanto blasona, sino el nulo aprovechamiento que hace de sus estudios, sobre todo en aquellos que tienen que ver con el magisterio de Teología. Porque me permito recordarle y por aquello de que “para muestra vale un botón”, que en un video que protagonizó junto a su hermano Franco y publicado el 28/06/11, titulado “Testigos de Jehová (El Evangelio original de Jesucristo por el Apologista: Ingº Mario Olcese S)” y en el que se proponía explicarnos que era dicho evangelio, resulta que después de casi una hora de ininteligible verborrea nos quedamos sin enterarnos de lo que nos había querido explicar…… pero eso sí: nos quedó perfectamente clara su condición de Ingeniero y Teólogo, ya que cada dos/tres minutos y a lo largo de casi la hora que duró dicho “martirio” (perdón, quise decir su disertación), estuvo apareciendo en pantalla sobreimpresionada la siguiente leyenda:

                                               Apologista Ingº Mario Olcese S
                                                                 Teólogo

En todo caso, ostentosa forma de promocionarse, que ya anunciaba su total falta de capacidad teologal (precisa del anunciarse, pues sus carencias son del todo elocuentes) y que no se si debo cargarla en su “haber” o en el “debe” del Instituto de Teología Baxter en Honduras…… sea como fuere, la propaganda que usted con sus disparatadas interpretaciones le está dando a dicho centro, es como para que sus rectores se querellen contra usted en el juzgado de guardia más próximo. Pero no nos perdamos y continuemos con la interpretación que usted hace acerca del contexto del pasaje en cuestión y en una nueva manifestación de sus “virtudes” teologales, al afirmar que el hecho de que en el verso 21 se lea ese “otro de los discípulos”, solo puede significar que el protagonista de versículo 19 también era “discípulo” de Jesús; simplista razonamiento por su parte y fruto de su incapacidad para leer con un mínimo de corrección, porque eso de ninguna manera puede ser así, pues veamos: al personaje del verso 19 vemos que las Escrituras lo identifican como “cierto escriba” y no como un “discípulo”. Por otra parte, tenemos que la propuesta de dicho escriba a Jesús fue la de “te seguiré, a donde adondequiera que estés por ir” y siendo lo que indica la forma verbal en tiempo futuro, en primer lugar, es que aún no le seguía y, en segundo lugar, que esto y como parece indicar la propia oferta hecha por el escriba, era lo que se esperaba que hiciera un “discípulo”…… de lo contrario, no se entenderían sus palabras. Más allá de esto, tenemos la enigmática respuesta de Jesús en el verso 20 y que no suena, precisamente, a una “invitación” para que dicho personaje consiguiera su aspiración:

Pero Jesús le dijo: “Las zorras tienen cuevas y las aves del cielo tienen donde posarse, pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza”.”

Palabras que más bien suenan a un “conmigo no encontrarás lo que buscas” y de las que se deduce que la oferta en cuestión no fue aceptada por el Hijo de Dios, por lo que en ningún momento se puede pensar que estemos ante un discípulo de Jesús y como de forma disparatada afirma usted…… porque por otra parte y de ser ello así, que ya estuviéramos hablando de uno de sus discípulos, lo razonable es que esa persona ya conociera dichas circunstancias personales del Hijo de Dios y por lo que ¿qué sentido tendría, entonces, el que éste le pusiera de nuevo en antecedentes de la mismas? Luego queda claro que de una lectura atenta de Mat. 8:19-23, lo que se sobreentiende es que mientras el “escriba” no era un “discípulo” de Jesús, de ahí que dijera sencillamente “te seguiré” y no el “te continuaré siguiendo” esperado en uno que ya lo estuviera haciendo y si este hubiera sido el caso del “escriba” en cuestión, sí lo era el personaje del versículo 21 y por lo que de ese “otro de sus discípulos” de ninguna manera se puede colegir que el “escriba” fuera también un discípulo de Jesús, como usted con tanta “alegría” nos asegura. Que ello es así como yo se lo afirmo, Sr. Olcese (porque servidor sí tiene en cuenta los contextos y además, se leer perfectamente), queda puesto de manifiesto cuando leemos ese verso 21 en dos versiones distintas y que ya “afinan” un poco más, al transcribir dicho verso de la siguiente manera:

Otro que ya era discípulo suyo le dijo: “Señor, permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre.” (BLP).

Otro, que era uno de sus discípulos, le dijo: “Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre.” (DHH).

Luego lo que queda claro de esas dos lecturas, Sr. Olcese y contrario a lo que usted afirma (m. 12-15 de grabación) y con ese tono exultante del que se cree vencedor en un litigio, es que el personaje del versículo 19 y en contraste con el personaje de verso 21, no era discípulo de Jesús y con lo que queda claro que su interpretación de ese verso 21, es totalmente catastrófica y propia, repito, de una persona que no sabe leer con un mínimo de corrección y prescindiendo de los muchos títulos que tenga colgados en una pared…… lo que significa que no solo tiene usted que aprender a leer con un mínimo de solvencia gramatical (pues dado que el verso 21 sigue a un punto y seguido, debería saber que este rompe ya la relación con el verso 19 y por lo que no hay contraste posible entre ambos), sino que como “teólogo” es una perfecta calamidad. Es cierto que usted hace hincapié en el hecho de que el citado “escriba” se dirige a Jesús con el término “maestro” y dándole gran importancia a dicho llamado porque, según su esquizofrénica mente, ello ya hacía del “escriba” un discípulo del Hijo de Dios, cuando lo que en realidad hacía dicho personaje era simplemente el reconocer la superior sabiduría de Jesús con respecto de él (recordemos que a los escribas se les reconocía como “maestros” de la Ley); de hecho, en cualquier diccionario se encuentra el significado del término “maestro” y que en una de sus acepciones, nos señala que es aplicable a la persona “que tiene habilidad o grandes conocimientos en alguna ciencia o arte” y como era en el caso de Jesús. Porque de lo contrario y de ser la cosa como usted afirma, tendríamos que concluir que cuando Jesús estaba “sentado en medio de los maestros y escuchándoles e interrogándolos” (Luc. 2:46), se había convertido ya en un discípulo de estos y que de ninguna manera ello se ajustaría a la realidad.

Pero veamos otro caso que usted nos expone a partir del m. 15 de grabación y en su ánimo de desvirtuar mí planteamiento, que tiene que ver con el discipulado de José de Arimatea y por usted usado para mostrar el hecho de que se podía seguir teniendo la condición de “discípulo” de Jesús, sin tener que seguirlo en su periplos y con lo que de nuevo se retrata como el ignorante embaucador que es, porque veamos: usted para defender tan disparatado argumento, nos cita de Juan 19:38 para demostrar, repito, que se podía ser discípulo de Jesús y sin tener que seguir en pos de él…… pero afirmación que, de nuevo, se topa con “ciertas” dificultades. De entrada, lo que sabemos del personaje es que era rico e influyente, que tenía cierta relevancia entre los poderes del momento (tanto judíos como romanos), que creía en el reino de Dios y que aparece en escena después de la muerte de Jesús, por lo que uno podría razonar que si hubiera tenido cierta relación con el Hijo de Dios tan destacado personaje, alguna referencia se haría de él en las Escrituras y como fue en el caso de Nicodemo y sin ser tan conocido…… y digo esto, porque ambos personajes tenían algo en común: eran cobardes y negativa cualidad no demasiado acorde con el ser uno discípulo de Jesús; pero veamos cómo nos describe al personaje, el evangelista Juan en su escrito:

Entonces, después de estas cosas, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secreto por su temor a los judíos, solicitó de Pilato que le permitiera llevarse el cuerpo de Jesús; y Pilato le dio permiso. Por lo tanto vino y se llevó el cuerpo.” (Juan 19:38)

Es muy significativo el que Juan señalara dicha circunstancia porque, si sabemos leer entrelíneas, lo que realmente se nos está diciendo es que esta no era la actitud esperada en un discípulo de Jesús, sino más bien al contrario y en una actitud lógica de que quien quiere ayudar a su maestro (en este caso a Jesús) a difundir un mensaje salvador y como era exigible en el caso de los seguidores de éste, pues este es, razonablemente, el fin perseguido por la tarea de divulgación evangelizadora emprendida por el Hijo de Dios, como se puede deducir claramente de sus palabras:

Ustedes son la luz del mundo. No se puede esconder una ciudad cuando está situada sobre una montaña. 15 No se enciende una lámpara y se pone debajo de la cesta de medir, sino sobre el candelero y alumbra a todos los que están en la casa. 16 Así mismo resplandezca la luz de ustedes delante de los hombres, para que ellos vean sus obras excelentes y den gloria al Padre de ustedes que está en los cielos.” (Mat. 5:14-16).

Luego ¿cómo cuadran esas palabras con el ser un discípulo “secreto”? Porque eso puede ser cualquier cosa, menos el ser un discípulo del Hijo de Dios; y es que una cosa es que el personaje analizado creyera en lo que decía Jesús acerca del reino de Dios y otra muy distinta, es que cumpliera con su obligación de estimular públicamente a otros a creer lo mismo…… cosa que no hacía “por su temor” a los miembros del Sanedrín judío y al que pertenecía (hablando claro, el temor a perder los privilegios que conllevaba dicho posición), por lo que le aplicarían las palabras de Jesús en Mat. 10:32-33 y dichas prácticamente al inicio de su ministerio:

En cuanto a todo aquel, pues, que confiese unión conmigo delante de los hombres, yo también confesaré unión con él delante de mi Padre que está en los cielos; 33 pero en cuanto a cualquiera que me repudie delante de los hombres (eso es lo que hizo continuamente José de Arimatea durante el ministerio de Jesús), yo también lo repudiaré delante de mi Padre que está en los cielos.” (Acotación mía).

Por lo que es muy difícil pensar y diga lo que diga el bueno de Juan en su evangelio o Mateo en el suyo (Mat. 27:57), que Jesús estuviera de acuerdo con la condición dada por ambos evangelistas a José de Arimatea como de “discípulo” suyo…… por lo que un mínimo de prudencia antes esos contrasentidos, aconsejaría el no tomarlo como punto de referencia con respecto de lo que se esperaba de una persona que ostentara dicha condición. Por otra parte, lo que es sorprendente y algo que no sabía yo, es que los diplomados en teología por el Instituto Baxter de Honduras, tuvieran que acudir a Wikipedia para sostener sus argumentos bíblicos y como usted hace en el m. 18’30 de grabación en adelante: pero claro, como lo que usted entiende de teología viene a ser lo mismo que yo entiendo de física cuántica, para vergüenza suya precisa de estas “muletas” externas para poder “comprender” lo que dicen las Escrituras e, invalidando por tanto con su actitud, aquella máxima que nos habla de que las Escrituras se interpretan a sí mismas…… ¡ y es que ya se sabe: a falta de altura, suplementos!

Dicho lo cual, pasaré al tercer y último aspecto de los tres que me parecen interesantes de su video y que tiene que ver con lo que ya he mencionado, en el sentido que usted me considera un mentiroso, una persona deshonesta y un ignorante que actúa sin saber de lo que habla, cuando la realidad señala todo lo contrario. Porque yo, Sr. Olcese, me podré equivocar, pero jamás mentir a mis lectores y por el siguiente motivo: en algunos de mis escritos (lo hago de forma periódica) termino los mismos con la advertencia a la persona que me lee, en el sentido de que no se crea lo que yo le he contado (y ahí está la hemeroteca para comprobar dicho extremo), sino que acuda a su Biblia personal y que compruebe por sí mismo si lo que ha leído se ajusta a lo que ella entiende de ello y seguida esa admonición por la coletilla “porque yo también me puedo equivocar”. Acompañando casi siempre dicha conclusión, con el pasaje de Gál. 6:5 y en donde se advierta en el sentido de que cada uno responderá de sí mismo ante Dios en el momento oportuno, eso es, que no valdrá la excusa de “es que a mí me dijeron que…”; y a eso, Sr. Olcese, en mi pueblo se le llama ser honesto…… además del hecho, de que al advertir que la responsabilidad descansa en la persona que me lee, me libra a mí de ser responsable ante Jehová Dios de mis posibles errores.

Sin embargo, en su caso nos encontramos con que usted ya parte de la premisa que tiene la “autoridad” para enseñar de las Escrituras, al adjudicarse la condición de “ungido” como Hijo de Dios y futuro gobernante del reino al lado de éste, por tanto el estar investido del “plus” que da el estar guiado por el espíritu santo en sus artículos…… y ello lo ha dicho usted en algunos de sus escritos y que me permito señalárselos, para que no diga que eso me lo invento yo en mi “crasa deshonestidad”; el primero, publicado el 13/02/09 y bajo el título “¿Quiénes son los ungidos de Dios?” y en el que se nos descolgaba con la siguiente categórica y “despendolada” afirmación:

Yo soy un UNGIDO del Señor, y nadie debe o puede tocarme a mí, o a usted, si en verdad es un cristiano, sin tener luego que pagar un precio muy caro. Yo me considero un UNGIDO del Señor, y si usted no se considera así, entonces usted no ha entendido lo que significa ser un cristiano o un ungido.” (Negritas mías).

Mamarrachada solo comparable a esta otra que sigue, publicada en esta ocasión el 29 de Marzo 2008, en un artículo que llevaba el título “¡Todos los bautizados somos “Cristos”!”:

Ahora bien, “Ungidos con el Espíritu Santo” resalta otras bendiciones colaterales que Dios nos añade cuando nos entrega el Espíritu Santo, PERO LO MÁS IMPORTANTE ES QUE NOS GUÍA A LA VERDAD (Ver Juan 16:13). NADIE PUEDE SER GUIADO A LA VERDAD SIN EL ESPÍRITU OBRANDO EN ÉL.” (Negritas mías).

Observe el detalle de que habla en primera persona y lo que significa que reconoce tener el espíritu santo operativo sobre usted y que como “gilipollez” no está nada mal, visto lo visto hasta el momento; de hecho unos meses antes, eso es, el 28/08/07 y en el colmo de su “delírium tremens”, en el tema “Consejos oportunos para miles de testigos de Jehová desanimados” y hablando de la liberación que había supuesto para usted, el salirse de dicha secta, hacía la siguiente y presuntuosa afirmación:

Al contrario, soy un hombre muy feliz y dichoso, ya que por fin tengo la libertad que no gozan ellos para escribir y tener mi sitio web donde puedo exponer mis creencias personales y mis “descubrimientos” bíblicos según me lo revela el Espíritu de Dios. Sólo el Espíritu de Dios nos guía a la verdad.” (Negritas mías).

Luego no me negará, Sr. Olcese, que su finalidad al perpetrar esas sandeces no era otra que la de investirse ante los demás con una autoridad moral que no tiene, pero que le convierte ante Dios en total responsable de lo que dice…… y por no hablar, de cuando presentaba sus artículos o en su defecto firmándolos, con la disparatada acreditación de “Embajador plenipotenciario del reino de Dios” y lo que deja claro de toda claridad, que usted como payaso deja en mantillas al genial Charlie Rivel, ¡vamos, qué digo…… usted deja en mantillas al circo entero! Si a ello le sumamos las grotescas imágenes con las que nos ha deleitado en sus videos y encima con una actitud en alguno de ellos, propia de una persona dominada en ese momento por el alcohol y por aquello de ser suaves (imagen ésta colgada en mi artículo del 21/01/16), no me negará que la cosa ¡ya tiene su aquél!

Pero en todo caso, al atribuirse usted esa supuesta autoridad sobre los demás, nada menos que estar guiado por el mismísimo espíritu santo de Dios, pues este le revelaba “descubrimientos bíblicos” (¡ya hay que ser mamarracho para decir semejante sandez!), usted implícitamente asume toda la responsabilidad acerca de sus “enseñanzas”…… pero es que además y al ser falsas esas delirantes afirmaciones que le acabo de señalar y tomadas de algunos de sus artículos, el que ya empieza mintiendo y actuando por tanto, de forma deshonesta, es usted y por lo que merece el mayor de los desprecios. También me exige que pida disculpas por mis “engaños”…… sin embargo, no recuerdo que por su parte hubiera alguna, cuando después de estar engañando a sus lectores por más de dos años con la “enseñanza” de los famosos “millones, miles de millones” que tenían que reinar con Cristo, servidor se la hizo “comer con patatas” y ahí está la hemeroteca que lo demuestra. No obstante y para incidir de nuevo su total incapacidad en cuanto a sus conocimientos teológicos, permítame señalarle lo siguiente: en las traducciones RV, el pasaje de Rev. 5:8-10 se ha vertido hasta hace poco de la siguiente manera:

Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; 9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; 10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.”

Entonces lo que se nos dice es que tanto los “cuatro seres vivientes” como los “24 ancianos”, son “redimidos” por la sangre de Cristo y por lo reinarán sobre la tierra al lado de éste en el reino de mil años de Dios, e idea a la que desde un principio yo me opuse férreamente y que por ahí anda publicado en algunos de mis escritos (de nuevo la hemeroteca no engaña), pues no es más que un auténtico disparate interpretativo y que viola flagrantemente el entero contexto escritural; sin embargo, lo que usted interpretó de esa disparatada traducción y sin reparar en mis razonables formulaciones contrarias a dicho engendro (y eso sin ser yo un “teólogo” como usted), fue lo siguiente y según unos fragmentos tomados de su artículo del 27/10/11 titulado “¿Está el cuerpo de Cristo, compuesto de solo 144.000 personas?

Incluso los 4 seres vivientes y los 24 ancianos fueron redimidos por la sangre de Cristo, se ven antes en Apocalipsis 5:8,9, que dice:

Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, Y CON TU SANGRE nos has REDIMIDO para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación. ¿Podrían ser estos 24 ancianos, los 12 apóstoles y las 12 cabezas de las tribus de Israel? Es posible!” (Negritas mías).

Lo que ocurre, Sr. Olcese, es que yo le niego la mayor: porque para que esos personajes (los doce apóstoles, más lo doce cabezas de las tribus de Israel) ya estuvieran en ese momento en el cielo ante la presencia de Dios, pues Juan solo nos expone en ese pasaje aquello que vio en el cielo, ello significaría que ya tendrían que haber resucitado para ese tiempo y con lo cual, ya se tendría que haber producido la llamada “primera” resurrección de Rev. 20:6 en la que solo participan aquellos que reinarán con Jesucristo en el reino de Dios. Pero ello no puede ser así, pues dicha “primera” resurrección es consecuencia directa del regreso del Hijo de Dios a la tierra (1 Tes. 4:15-16)…… y éste aún no ha regresado; luego ¿cómo nos resuelve usted esa flagrante contradicción? Pero esa es, en todo caso, la rocambolesca interpretación que usted hacía partiendo de tan disparatada traducción y, quiero pensar, que también “revelada al oído” por el espíritu santo que según usted afirmaba y ahí está el texto escrito que da fe de ello, le estaba guiando en sus exposiciones; pero claro, resulta que ahora la RVA 2015 da un cambio de bordada y se ajusta, no solo al contexto escritural, sino a lo que el resto de traducciones han vertido siempre en dicho pasaje (incluida la “nefasta” TNM) y siendo ahora lo que se lee en el mismo, tanto como esto:

Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos. 9 Ellos entonaban un cántico nuevo, diciendo: “¡Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos! Porque tú fuiste inmolado y con tu sangre has redimido para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y nación. 10 Tú los has constituido en un reino y sacerdotes para nuestro Dios y reinarán sobre la tierra.”

Entonces resulta que ahora y debido a dicha actualización, ni los “cuatro seres viviente” ni los “24 “ancianos” han sido “redimidos” por la sangre de Jesús, sino que los que han sido redimidos por esta han sido otros, según propia declaración de esos mismo personajes y por lo que no son ellos los beneficiarios de la redención por la sangre de Cristo; ello, Sr. Olcese, le coloca en una difícil situación que nos tendrá que aclarar, pues es obvio que con esa estrafalaria interpretación que hizo en su momento y amparándose en un pasaje distorsionado, no solo nos mintió, sino que dejó claramente evidenciada su falta de solidez teologal…… por lo tanto ¿qué va a hacer usted ahora, Sr. Olcese? ¿Pedir disculpas por tan grave metedura de pata y que le desautoriza totalmente como teólogo por mucho diploma que tenga…… o dará la callada por respuesta y como nos tiene acostumbrados? En todo caso, Sr. Olcese, me tendrá que reconocer que para ser un “teólogo” comete muchos errores y de los que la mayoría han sido denunciados por mí…… ¡que no soy teólogo!

Y es que el problema, Sr. Olcese, está en el hecho de que no es usted más que un pobre hombre, dominado por un ego sobredimensionado y que le lleva a hacer tan espectaculares ridículos; y digo “pobre hombre” no en su calidad de persona, sino por el hecho de que su altanería y su orgullo le han llevado a perder la aprobación de Dios y, lo que es peor, en una situación de abierta confrontación con Él…… de ahí que sus disparates se cuenten por artículos publicados. Le he dicho en muchas ocasiones, Sr. Olcese, que usted ha errado “el tiro” al hacerme a mí el foco central de su inquina, porque no le dejo pasar ni una y se halla totalmente incapaz de rebatir ninguno de mis argumentos, cuando el problema lo tiene en otro lado, si atendemos a las palabras de Jesús:

En aquella misma hora se llenó de gran gozo en el espíritu santo, y dijo: “Te alabo públicamente, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido cuidadosamente estas cosas de los sabios e intelectuales y las has revelado a los pequeñuelos (o “a los que son como niños”, según traducciones, eso es, humildes). Sí, oh Padre, porque el hacerlo así vino a ser la manera aprobada por ti.” (Luc. 10:21). (Acotación mía).

La moraleja de estas palabras, Sr Olcese, se podía resumir diciendo que al entendimiento correcto de las Escrituras “no se llega por capacidad, sino por humildad” y excelente cualidad de la que, todo apunta, usted no es poseedor. Porque no es malo, en sí mismo, el tener muchos conocimientos (¡ojalá yo los tuviera, que no tengo más que una “primera enseñanza” y cogida “por los pelos”!) y que bien aprovechados pueden ser muy útiles y que no es lo que se condena en las palabras de Jesús. Porque lo que se condena ahí es lo que usted hace, de pensar que como usted tiene títulos y yo no, sus planteamientos son los buenos y los míos son los malos o, dicho de otra manera, el hacer ostentación de los tales y que no significa otra cosa que el subliminalmente dar a entender que gracias a ellos (como garantes de su sabiduría personal) y no a la intercesión divina, usted puede discernir las Escrituras y que dado que yo no los tengo, no puedo hacerlo. Súmele a ello, esa contradictoria ostentación que hace de considerarse presuntuosamente el ser un “ungido” y por tanto rey al lado de Cristo en el reino de Dios, así como, consecuentemente, de estar guiado por el espíritu santo, eso es, de recabar para sí unos privilegios que no le han sido dados y con lo que no solo está mintiendo a sus lectores, sino que de forma altanera le está imponiendo a Dios lo que usted quiere ser y que es, repito, lo que le ha enfrentado a Él.

Sin embargo la realidad, que suele ser muy tozuda, es totalmente la contraria: yo entiendo las Escrituras y usted no, pues yo solo fío a la posibilidad de que sea Dios el que me ayude a hacerlo y no a unos estudios que no tengo, mientras que usted lo fía todo a una supuesta sapiencia que no tiene y sin contar para nada con Dios; luego como yo lo único que hago para desbaratar sus propuestas, es apoyarme en lo que se me permite entender del texto sagrado, quién realmente es su opositor es el propio Jehová Dios y no un servidor…… y hasta que usted no entienda eso, Sr. Olcese, permanecerá en ese abismo de oscuridad que significa el no tener la aprobación de Dios.

Armando López Golart


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