martes, 6 de octubre de 2015

A falta de tarea…… ¡pues ya se sabe: a peinar al gato!


Y es que dicho todo lo que había por decir acerca de las señales que nos anuncian el inminente regreso de Jesucristo a la tierra y con todo lo que ello significa, los autores de este blog nos hemos quedado sin discurso alguno (como es lógico, por otra parte, pues las señales son las que son y ya no hay más que identificar) y por lo que vamos a dedicar el tiempo en analizar algunas “genialidades” que últimamente nos ha dejado ese “crisol” de la teología que afirma ser Apologista Mario Olcese que, día sí, día también, nos prueba que lo más cercano a una Biblia que ha visto en su vida, es la hoja dominical de la iglesia de su barrio…… de lo contrario no se entiende. Porque resulta que el pasado día 19/09/15 publicó un video titulado “Y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar”, en el que después de una “dudosilla” interpretación de Luc.21:25-27 y en donde de nuevo nos muestra no tener ni la más remota idea del significado de lo que está leyendo, se adorna en el minuto 6 de grabación con estas dos “perlas” y como conclusión a su lectura: Jesucristo no regresa a la tierra hasta después de ocurrida la gran tribulación y que esta tiene una duración de siete años…… disparates ambos donde los haya y que solo a un ignorante integral del texto escritural se le ocurre afirmar; porque veamos, lo que al respecto se nos dice en Dan. 9:24-27:

Hay setenta semanas que han sido determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para poner fin a la transgresión, para acabar con el pecado, para hacer expiación por el error, para introducir la justicia para tiempos indefinidos, para imprimir un sello sobre visión y profeta y para ungir el Santo de los Santos. 25 Y debes saber y tener la perspicacia de que desde la salida de la palabra de restaurar y reedificar a Jerusalén hasta Mesías el Caudillo, habrá siete semanas, también sesenta y dos semanas. Ella volverá y será realmente reedificada, con plaza pública y foso, pero en los aprietos de los tiempos.

26 Y después de las sesenta y dos semanas Mesías será cortado, con nada para sí. Y a la ciudad y al lugar santo el pueblo de un caudillo que viene los arruinará. Y el fin del tal será por la inundación. Y hasta el fin habrá guerra; lo que está decidido es desolaciones.

27 Y él tiene que mantener el pacto en vigor para los muchos por una semana; y a la mitad de la semana hará que cesen el sacrificio y la ofrenda de dádiva. Y sobre el ala de cosas repugnantes habrá el que cause desolación; y hasta un exterminio, la misma cosa que se ha decidido irá derramándose también sobre el que yace desolado.”

Queda claro entonces, que dentro de ese espacio temporal de “70 semanas” de años (490 años) fraccionado en tres partes (7+62+1=70), se tenía que resolver la cuestión de poner fin a la transgresión, acabar con el pecado, hacer expiación por el error, introducir la justicia para tiempos indefinidos, imprimir un sello sobre visión y profeta (eso es, el cumplimiento total de todas las profecías) y ungir el Santo de los Santos (entronizar al Hijo de Dios, como rey en la tierra)…… algo que por definición solo se puede producir, cuando el reino de Dios tome posesión de su dominio sobre el mundo y evento que se sustancia al término de dicho período temporal de 490 años. Pero noten que en la información que se nos da en ese pasaje de Daniel, la “69 semana” (7+62) se cumple después de la muerte de Jesús y por lo que si todavía no se ha cumplido la exigencia del versículo 24 del pasaje leído, está claro que nos queda aún una “semana de años” por cumplir y que conocemos como la “semana 70” de Daniel. Última “semana” del ciclo que inicia con la aparición de un “caudillo” (o poderoso gobernante) que establecerá un “pacto entre los muchos”, eso es, entre Israel como sujeto de la profecía de las “70 semanas” y las naciones de tendencia islámica que la rodean, que se han caracterizado siempre por llevarse como “el perro y el gato”…… luego como queda claro que ni en esos tiempos pasados ni a lo largo de la historia posterior, ningún dirigente político o “caudillo” estableció pacto alguno entre Israel y los pueblos que la rodean (y que es de lo que trata la profecía), hemos de entender que dicha “semana 70” aún está en el futuro.

En todo caso, prescindiendo de quién sea el personaje que establezca dicho pacto “por una semana” y que no es el tema que nos ocupa, la cuestión está en que la misma comprende los últimos siete años del mundo como lo contemplamos, pues ya hemos dicho que al final de esta se establece el reino de Dios en la tierra y momento en el que se conseguirán lo logros señalados. Por lo tanto, lo que nos importa saber es qué ocurre durante dicha “semana 70”, eso es, si como dice el Sr. Olcese, son siete años de “gran tribulación” y si solo es al final de los mismos cuando regresa Jesucristo…… disparatadas afirmaciones, repetimos, donde las haya y a las que nos tiene acostumbrados dicho personaje en sus planteamientos “teológicos”, porque veamos: dicho período de siete años (“semana 70” y última del ciclo), inicia con la aparición, no solo del gobernante o “caudillo” señalado que establece el pacto mencionado, sino también de un “resto” o remanente de poderosísimos Hijos de Dios (Rev. 11:5-6), a la manera de los apóstoles y con la comisión de liderar la gran predicación anunciada por Jesús en Mat. 24:14, que se llevará a cabo en un espacio de tiempo de 1.260 días o tres años y medio (Rev. 11:3); para facilitar dicha tarea, Jehová Dios da la siguiente orden en el pasaje que vamos a leer a continuación y coincidente con el tiempo en el que dicha predicación se va a llevar a cabo:

Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra (símbolos de destrucción), para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. 2 Y vi a otro ángel que ascendía del nacimiento del sol, teniendo un sello del Dios vivo; y clamó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes estaba concedido hacer daño a la tierra y al mar 3 y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios”.” (Rev. 7:1-3). (Acotación nuestra).

Eso es, hasta “después” de terminada lo obra de recolección y lo que nos muestra, sin lugar a duda alguna, que la primera parte de esos siete últimos años del mundo como lo conocemos, será caracterizada por un tiempo de relativa calma y que permita la expansión a nivel mundial del mensaje a predicar…… y contrario, por lo tanto, a lo que nos dice ese “genio” de la teología llamado Apologista Mario Olcese y que cuenta por disparates sus “enseñanzas”, en este caso en el sentido de que estaríamos hablando de siete años de “gran tribulación” y que como ya hemos visto, eso es imposible, pues la primera parte de estos 7 años y según decreto divino, tienen que ver con una calma relativa a nivel mundial que permita la expansión de la predicación anunciada. Resuelta esta primera cuestión, pasemos a la segunda y que tiene que ver con la afirmación de que Jesucristo regresa a la tierra finalizados dichos siete años…… por lo tanto, vamos a averiguar cuando regresa Cristo a la tierra y con ello cuando inicia la “gran tribulación”; por lo que empezaremos por averiguar primero el “cuando” del regreso de Jesucristo a la tierra:

Porque esto les decimos por palabra de Jehová: que nosotros los vivientes que sobrevivamos hasta la presencia del Señor no precederemos de ninguna manera a los que se han dormido en la muerte; 16 porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios y los que están muertos en unión con Cristo, se levantarán primero.” (1 Tes. 4:15-16).

Entonces lo que aquí se nos dice, es que la llamada “primera” resurrección (Rev. 20:6) se produce como consecuencia directa e inmediata al regreso de Jesucristo a la tierra…… luego si averiguamos “cuando” se produce dicha “primera” resurrección, sabremos el momento del regreso de Cristo a este valle de lágrimas; ahora bien ¿cómo podemos averiguar el momento en que se produce dicha “primera” resurrección? Pues sencillamente, prestando atención a lo que se nos dice en el contexto bíblico, acerca de qué ocurre cuándo esos “dos testigos”, resto o remanente “ungido”, finalizan su comisión:

Y cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará (……). 11 Y después de los tres días y medio, espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos y se pusieron de pie (eso es, fueron resucitados) y gran temor cayó sobre los que los contemplaban. 12 Y oyeron una voz fuerte procedente del cielo decirles: “¡Suban acá!”. Y subieron al cielo en la nube y sus enemigos los contemplaron.” (Rev. 11:7; 11-12). (Acotación nuestra).

Es en ese preciso momento y delatado por ese “¡Suban acá!”, que se produce de manera conjunta, eso es, del “resto” aún por aparecer en nuestros días y los fieles del primer siglo (los Pedro, Pablo, Juan y compañía), lo que conocemos como la “primera” resurrección y que según Rev. 11:7, se produce exactamente a los 1.260+3 días y medio, eso es, ya vencida por tanto la primera mitad de la “semana 70…… y dado que hemos visto que dicha “primera” resurrección es consecuencia directa e inmediata (en una relación causa/efecto) del regreso de Cristo a la tierra, dicho regreso no se puede producir al final de esos siete años de los que se compone la “semana 70”, sino al inicio de la segunda parte de dicha semana y con ello el inicio de la “gran tribulación”. Porque resulta que dicha “gran tribulación” final (Rev. 7:14), es desatada sobre aquellos que han rechazado la oferta ofrecida mediante la predicación llevada a cabo por los “dos testigos” durante los primeros tres años y medio de dicha “semana 70”, al iniciar esta su segunda parte y según se deduce de 2 Tes. 1:6-9:

Esto toma en cuenta que es justo por parte de Dios pagar con tribulación a los que les causan tribulación, 7 pero, a ustedes que sufren la tribulación, con alivio juntamente con nosotros al tiempo de la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles 8 en fuego llameante, al traer él venganza sobre los que no conocen (porque no han querido) a Dios y sobre los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús (más bien al contrario, se han opuesto a ellas). 9 Estos mismos sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna  de delante del Señor (en la “gran tribulación”) y de la gloria de su fuerza.” (Acotaciones nuestras).

Luego es obvio que la “gran tribulación” está también directamente relacionada con el regreso de Jesucristo a la tierra y por lo que esta no puede iniciar, si Cristo no está presente…… y dado que el Hijo de Dios aparece vencida la primera mitad de la “semanita” en cuestión y con él la “gran tribulación”, resulta que solo nos quedan tres años y medio por delante para que la tal se pueda producir y por lo que es del todo imposible que dure “siete años” y como afirma el “teólogo” Apologista Mario Olcese. Con lo que tenemos lo siguiente, a modo de resumen: dicha “semana 70” se divide en una primera parte (tres años y medio) caracterizada por una bonanza que permitirá la rápida extensión del proceso de testificación y una segunda mitad (los restantes tres años y medio) de “gran tribulación”, en la que serán castigados aquellos que no hayan aceptado someterse al gobierno del reino de Dios.

Por lo tanto y contrario a lo que ese “number one” de la teología, de forma tan categórica afirma (actitud propia del ignorante, según Aristóteles), ni la “gran tribulación” dura siete años, ni Jesucristo aparece al final de la misma…… pero claro, cuando uno confunde la Biblia con la hoja dominical de la parroquia más cercana, cuando no con las “Aventuras del Capitán Trueno”, suelen producirse estos desaguisados y que no hacen otra cosa, más que mostrar el nulo nivel de entendimiento escritural del que los perpetra y por muy “teólogo” que afirme ser. Pero no crean que la cosa acaba ahí, porque en el próximo artículo les hablaremos de otras “genialidades” de las que también es autor el ínclito personaje que responde al rimbombante nombre de Apologista Cristiano, Ignº. Mario Olcese Sanguineti (Teólogo por el Instituto de Teología Baxter de Honduras); por lo que nos permitimos el atrevimiento de recomendarles que permanezcan “atentos a la pantalla”…… pues de todo se aprende un poco.

MABEL


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