miércoles, 29 de agosto de 2012

Pero…… ¿de qué evangelio “salvador” nos están hablando?

Y es que resulta que según los “entendidos” en la materia, la “salvación” de toda persona tiene que ver con la aceptación del “evangelio” que predicó Jesús y tomando como base para esa afirmación, pasajes como, por ejemplo, este de Mar. 16:15-16:

Y les dijo: “Vayan por todo el mundo y prediquen las buenas nuevas (o “evangelio” según versiones) a toda la creación. 16 El que crea y sea bautizado será salvo, más el que no crea será condenado.” (Acotación nuestra).

Claro, vistas así las cosas y sin más, tal parece que la idea sí va por ese camino…… no obstante los autores de este blog (contestatarios donde los haya ¡qué le vamos hacer, los años no perdonan!), somos de la opinión que no siempre los cosas son lo que parecen, sobre todo cuando uno tiene la precaución de profundizar en ellas y no quedarse solo en la superficialidad de lo que le cuentan de las mismas. Porque de entrada tenemos que notar y analizando el pasaje en cuestión, que en el mismo solo se nos dice que aquél que “creyera” en aquello que se le hubiera contado o prometido, sería “salvo”…… pero es que lo que nosotros ponemos en cuestión no es eso, sino si lo que se les contó a esas personas, se nos podría contar también a nosotros en la actualidad y sacar el mismo rédito de ello, o dicho de otra manera, si se nos podría hacer la misma oferta que se les hizo en su momento a las citadas personas y que es algo muy distinto…… pero que en definitiva, es lo que se nos quiere hacer creer por parte de esos “genios” de la interpretación bíblica que pululan por ahí; por lo tanto, vamos a meternos en harina y haber que sacamos en claro de este más que polémico asunto.

No obstante y para situarnos, queridos amigos que nos leen, permítannos un inciso para establecer en primer lugar dos premisas que creemos indispensables para la perfecta comprensión de lo que pretendemos contarles en esta ocasión: como primera providencia, decir que lo que van a leer no es más que la continuación de nuestro artículo del pasado día 18, “Entonces el reino de Dios…… ¿para qué sirve?” y circunstancia que nos lleva a sugerirles a aquellos que no lo hayan leído, que se animen y lo hagan para tener así una perspectiva más amplia del asunto, siempre en aras de una mejor comprensión de la idea que pretendemos exponerles…… y ya avisando de antemano, que estaríamos hablando de un planteamiento totalmente apartado de lo “políticamente correcto” y que seguramente levantará ampollas entre el personal “especializado” en el tema. Ya en segundo lugar, advertirles que este punto de vista o teoría que queremos compartir con ustedes, no pretende ser más que eso: una teoría fruto de un análisis que entendemos como lógico y razonado, de aquello que conocemos de las Escrituras y que para “variar” no cuadra con lo que hoy día se entiende como “de uso corriente” o interpretación comúnmente aceptada en cuanto al significado de las mismas, siempre en el ámbito de lo que conocemos como “cristiandad” y que tiene en la Biblia su libro de texto o guía espiritual. En todo caso, insistimos que se trata de una simple reflexión en voz alta que compartimos con todos ustedes y que son los que en definitiva darán o quitarán razones, cuando lleguen al final de este artículo; dicho lo cual, vamos a exponer nuestra tesis en el sentido que actualmente no existe nada parecido a un “evangelio salvador” que pueda ser publicado y que realmente pueda salvar…… y en el bien entendido que el alcanzar la “salvación”, no es otra cosa que el recibir la inmortalidad en el mismo momento de ser uno resucitado y algo solo al alcance de los que participan de la “primera resurrección” (Rev. 20:6), reservada únicamente para aquellos que tienen que reinar con Cristo.

Establecidas esas dos premisas, podríamos empezar diciendo que la Biblia tiene sus tiempos, pactos y circunstancias particulares y que aplicando a unos, sin embargo no aplicaban a otros, así como promesas que Jehová les hizo a unos y que nada tenían que ver con otros y lo que nos lleva a entender, que cada tiempo tuvo su propia circunstancia y sujeta siempre a sus particulares necesidades…… y podemos poner un ejemplo: a nosotros en la actualidad, no nos aplica el pacto de la Ley Mosaica y sin embargo, este forma parte prominente de las Escrituras. Luego en función de dicha regla de tres y siempre según nuestro a entender, nos encontramos con la misma situación en lo referente al NT…… pues si bien este tuvo su valor aplicativo en el primer siglo, ya no es el caso con aquellas personas que vivimos casi 2.000 años después. Y algo que de forma ilustrativa y partiendo como tenemos por costumbre en este blog, desde el sentido común y el razonamiento lógico, podríamos escenificar en lo que se podría entender como el Plan de Jehová…… que mostrado de una manera gráfica y para entendernos, constaría de “tres pilares” fundamentales y cada uno de los cuales se corresponde a un tiempo en particular y por tanto, con un mensaje o “evangelio” adaptado a las particulares necesidades de los períodos de tiempo implicados en cada uno de ellos: el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y por último la Revelación, puesto que escrita en las postrimerías del primer siglo (96 E.C.), hablaba de las cosas “que estaban por suceder” (Rev. 1:1) y lo que nos proyectaba a otra porción de tiempo aún distante en el futuro y ya cercana a los 2.000 años…… distinta por tanto a las dos porciones o épocas anteriores que comprendieron respectivamente, tanto el AT como el NT.

Por otra parte, quizás también sería oportuno señalar que el pasaje citado de Mar. 16:15-16, no deja de ser una referencia a las instrucciones específicas que Jesucristo dio en concreto a sus doce apóstoles, para la tarea que tenían que llevar a cabo y que no era otra que la de localizar a aquellos que junto a él tenían que reinar (algo que explicamos en nuestro artículo del 18/08/12, mencionado en este escrito) y por lo que sería solo razonable pensar que esa comisión dio inició con los apóstoles…… y con los apóstoles se acabó. Pero puesto que vamos a hablar del “evangelio”, señalemos que lejos de darle a dicha expresión el sentido “místico” que de forma interesada le han dado siempre las diferentes denominaciones religiosas dentro de la cristiandad (pues de eso es de lo que viven), convirtiendo dicha palabra en cuasi sagrada y en su intento, por demás exitoso, de mantener sujeto al personal, nosotros tomaremos de la palabra “evangelio” su significado primario y que sencillamente es el de “buena nueva” o “buena noticia”…… y no olvidemos esta observación, pues el tenerla en mente nos ayudará a una mejor comprensión de la idea que estamos exponiendo; pero vayamos al meollo del asunto e intentando resumirlo al máximo:

Por decirlo de alguna manera, la “buena noticia” del AT tenía que ver con el mensaje que ya desde el mismo momento de aparecer el pecado, Jehová puso de manifiesto o comunicó al ser humano (Gen. 3:15), eso es, Su intención de enderezar el entuerto producido…… y para lo cual, Él tenía que tomar algunas medidas tendentes a facilitar dicho proyecto: por ejemplo y muy a “grosso modo”, podríamos hablar de la elección de un pueblo que saldría a partir de un hombre escogido por el propio Jehová (Abrahán en este caso) y pueblo al que tomaría como Suyo, haciéndoles la promesa de en un futuro sacar de entre ellos “un reino de sacerdotes” mediante el pacto establecido entre las dos partes, en Sinaí (Éxo. 19:6); también tenemos el pacto por un reino establecido con David, que implicaba el proveer un descendiente legal y obviamente, los logros que conseguiría ese futuro reino…… y todo ello explicado oportunamente por el Altísimo “por boca de sus profetas de tiempo antiguo” (Hech. 3:21). Luego en líneas generales, ese sería el “evangelio” o mensaje, en definitiva las “buenas noticias” que se difundieron durante ese período de tiempo que comprendió el AT y a través, como hemos leído, de los profetas. Pero con la llegada de Jesús, finalizó ese compromiso o pacto que en sí mismo constituía la “buena noticia”, para dar lugar a otro arreglo que conocemos como el NT (no olvidemos que un testamento no es más que un pacto) y con el que se introdujo un nuevo mensaje o “evangelio”…… en todo caso una nueva “buena noticia” acorde con el nuevo contexto en el que se entraba a partir de ese momento.

Porque si en un primer momento y como hemos dicho, el Altísimo transmitió su mensaje a través de sus profetas, en ese nuevo contexto ya pasó a hacerlo a través de otro medio, a saber, de Su propio hijo (Hebr. 1:1-2). Y circunstancia que cambiaba radicalmente las cosas, dada la tremenda significación de la aparición del Hijo de Dios sobre la tierra, según palabras del apóstol Pablo:

Porque digo que Cristo realmente llegó a ser ministro de los circuncisos a favor de la veracidad de Dios, para confirmar las promesas que Él hizo a los antepasados de ellos.” (Rom. 15:8).

Luego si con la aparición del Mesías se vino a confirmar la veracidad de las promesas de Jehová, pactadas con los antepasados de los contemporáneos de Jesús, ya se había cubierto un estadio en el Plan de Jehová y lo cual hacía necesario un nuevo pacto (Luc. 22:20) que supliera al anterior y en consecuencia, tal como hemos dicho, un nuevo mensaje o “buena noticia” que se correspondiera a la nueva situación y que hoy se nos vende como “el evangelio de Cristo”. Y al que como hemos dicho, se le da una fuerte connotación “mística” que para nada se corresponde con lo que Jesús realmente vino a hacer en su primera venida y que no fue otra cosa, que el traer una nueva información que tenía que ver con la “buena noticia” o “buena nueva” de que Jehová continuaba adelantando Su Plan y algo de lo que él mismo era el máximo exponente…… en definitiva, un nuevo mensaje dirigido a sus contemporáneos (Luc. 4:43). Porque puesto que el heredero legal del reino davídico ya estaba presente y siendo él y como hemos leído, la parte mollar en el cumplimiento de las promesas de Jehová a los antepasados del pueblo de Israel, solo cabía el anunciar la “buena noticia” o mensaje de que había llegado el momento apropiado para el cumplimiento de la promesa de Jehová a esos antepasados, de sacar de entre su pueblo “un reino de sacerdotes” (Éxo. 19:6) que acompañarían a dicho heredero legal al trono de David en su regir y con ello (eso es, con dicho mensaje o “buena noticia”) extender la oportunidad a todo aquel que lo deseara, de poder acceder a dicho privilegio…… y debido a la importancia que ello tiene en este asunto, hay que incidir de nuevo en el hecho de que la comisión de Jesús solo tenía que ver, con el reunir a aquellos que tenían que acompañarle en su gobernación real y para lo cual obviamente, habría un mensaje específico para esas personas en concreto y por tanto no extensivo a otras, por mucho que se empeñen esos actuales “genios” de la interpretación bíblica.

Luego habría que entender que dicha recolección se inició con los apóstoles y continuó hasta la muerte del último de ellos y por las razones que explicamos, entre otros, en nuestro artículo “No es eso, Sr. Olcese…… no es eso” (14/09/10); ya finalizada dicha recolección y a partir de la muerte de Juan en 99 E.C. (el último apóstol que quedaba con vida), finalizó también el período de tiempo comprendido dentro de lo que conocemos como el NT y a lo que siguió una larga etapa de transición a la que la Biblia llama “los tiempos de los gentiles” (Luc. 21:24) y que de hecho, inició con la destrucción de Jerusalén en 70 E.C. y que ha llegado hasta nuestros días…… recordemos que entre el registro escrito del AT y del NT, existe también un período de transición de más de 400 años.

Luego habiendo visto que ambos períodos de tiempo tuvieron su particular “buena noticia”, ajustada siempre a las necesidades del momento, veamos ahora las dos interrogantes que se nos abren y cuya resolución mostrará si nosotros estamos acertados en nuestro planteamiento…… o no: la primera sería ¿qué utilidad tendría entonces para nosotros actualmente, la Biblia en general? Y la segunda, suponiendo que nosotros tengamos razón en nuestra teoría ¿cuál tendría que ser el mensaje o nueva “buena noticia” que correspondería dar en nuestros días? Y a la primera interrogante planteada, solo se puede responder diciendo sencillamente, que el objetivo primario de las Escrituras es el de tenernos informados de cómo está “el patio”, eso es, que mediante el registro escritural llegado hasta nuestros días, se nos permite el ponernos en antecedentes de los propósitos del Altísimo para con nosotros y los pasos que hasta el momento Este ha dado para la consecución de dicho logro…… ¡y algo de vital importancia para nosotros! Pero es que una cosa es que las Escrituras nos sean útiles a efectos de información (Rom. 15:4), manteniéndonos por tanto alerta sobre las cosas por venir y otra muy distinta, que nos aplique directamente y a efectos prácticos su contenido (en este caso el mensaje predicado en tiempos del NT), como en su día y por poner un ejemplo, aplicó a los Pedro, Juan, Pablo y tantísimos otros. Por ello afirmamos que en la actualidad no aplica el mensaje del NT, pues nosotros no estamos llamados a reinar con Cristo en ese gobierno milenario (esas personas ya fueron elegidas en su momento), sino a ser súbditos del mismo y algo que llevamos repitiendo en nuestros últimos artículos de forma machacona, por ejemplo, en nuestro reciente título “Entre lo anecdótico y lo sustancial…… ¿con qué se queda usted?” del día 7 del corriente mes de Agosto y sin que nadie, hasta el momento al menos, nos haya llevado la contraria.

Y es que no podemos olvidar, que de los dos grupos de los que se nos habla en la Revelación y que estarán presentes en el inicio del nuevo mundo por venir o reino de Dios (los “144.000” y la “gran muchedumbre” de Rev. 7:4 y 9), el que aún no ha aparecido es el de la “gran muchedumbre”, pues ya explicamos en anteriores artículos que estamos hablando de personas que sobreviven a una “gran tribulación” que todavía no se ha producido…… por lo que aún no existe dicho grupo como tal. Sin embargo, en el caso de los 144.000 y prescindiendo que quede un pequeño resto por aparecer para completar dicho número, según Rev. 6:11 y 11:3 (al menos eso es lo que parece), la práctica totalidad de estos ya estuvieron presentes en el primer siglo y descansan desde entonces en sus tumbas hasta la venida de Jesucristo, cuando serán levantados en gloria e inmortalidad para reinar con este en su reino. Y circunstancia que nos lleva a la segunda cuestión planteada y que tiene que ver, con la “buena noticia” que sí nos aplicaría en este momento…… y que el averiguar su contenido, solo es asunto de razonar con un poco de lógica y sentido común; porque veamos: sabemos que Jesús profetizó para el tiempo del fin, una predicación de alcance mundial y que precedería al fin del sistema de cosas tal como lo conocemos, en los siguientes términos:

Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mat. 24:14).

Luego partiendo de la base que a la predicación de Jesús en el primer siglo, no siguió el fin del sistema de cosas mundial, en todo caso algo testimonial como fue el fin del sistema de cosas judío, es razonable el pensar que no estaríamos hablando de la misma predicación y por lo que la pregunta bien podría ser ¿qué es lo que se nos anunciará en esa nueva y última gran predicación? Y puesto que dicha predicación aún no ha comenzado, vayan olvidándose ustedes de lo que hacen los TJ u otras organizaciones religiosas, e incluso de lo que hacen aquellos que dicen ir por libre y que publican en Internet (los Olcese y compañía) y que dándoselas todos ellos de “ungidos”, eso es, Hijos adoptivos de Dios (aquí parece que todo el mundo es un “ungido”), nos dan la matraca con un “evangelio salvador” cuando resulta que el tal evangelio o mensaje ya está caduco y por lo que ya no puede salvar a nadie, pues no tiene aplicación práctica en nuestros días. Eso sí, lo único que se consigue con la actividad de todas esas personas o en su defecto organizaciones, es confundir al personal con las barbaridades que publican y contribuyendo con tanta confusión de doctrinas y enseñanzas varias, a alejar de la Biblia a aquellos que sinceramente están interesados en las cosas de Dios. Y que esto es tal como se lo decimos, lo prueba el hecho que esos verdaderos “ungidos” o resto por aparecer, aún no han hecho acto de presencia y por lo que aún no se ha dado ningún mensaje; y circunstancia que se pone de manifiesto cuando vemos que ninguno de esos impostores mencionados y hasta dónde nosotros sabemos, tiene los poderes que según Rev. 11:5-6, sí desplegarán esos personajes enviados por Dios…… por lo que razonablemente, no podemos estar hablando de los mismos individuos y resultando ser los mencionados actuales “ungidos” y quienes quiera que sean, unos farsantes de tomo y lomo.

Pero volviendo al tema que nos ocupa y ya respondiendo a la pregunta formulada, vemos que desde la lógica y el sentido común e intentando resumir la cosa al máximo, los hechos son los siguientes: si en el AT se nos pone en antecedentes de los planes de Jehová de crear un reino (con todo lo que ello implica) para solventar los problemas que acucian a la humanidad y por otra parte, en el NT ya se nos comunica la aparición del heredero legal al trono de dicho reino, así como la elección de los miembros que le han de acompañar en dicha gobernación, eso es, la elección de aquellos que tienen que ejercer la función de reyes y sacerdotes durante la vigencia de dicho reinado…… solo nos quedaría por conocer una “buena noticia” y que es la que sí nos aplicaría a nosotros: ¡El momento de la toma de posesión de dicho reino y lo que hay que hacer para ser súbdito del mismo! Porque no olvidemos, que esa información no fue dada en ningún momento por Jesús, ya que lo que este dijo sobre el tema, fue lo siguiente:

Respecto a aquel día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino solo el Padre. (…… ) 42 Manténganse alerta, pues, porque no saben en qué día viene su Señor.” (Mat. 24:36, 42).

Y que el mensaje que se anunciará al mundo en esa nueva predicación, luego nada que ver con la anterior (no olvidemos este dato), tiene como punto focal el momento en que será establecido dicho reino y no con el “evangelio” prístino predicado por Jesús en su época, como nos intentan colar esos “genios” de la interpretación bíblica, queda probado por el hecho que la citada predicación de Mat. 24:14 (que no olvidemos, estaba incluida en el contexto de las señales que marcarían el final de los tiempos), nada tiene que ver y como ya hemos señalado, con la predicación llevada a cabo en su momento por Jesús y sus apóstoles, pues casi 2.000 años las separan. Porque la reflexión es lógica: si como se nos intenta hacer creer, la predicación iniciada por Jesús aún estuviera en marcha en nuestros días (requisito fundamental para que dicho “evangelio salvador” aún estuviera vigente) ¿qué necesidad habría, de que se iniciara otra predicación?...... sin embargo, sorprendentemente, eso es lo que nos anunció Jesús en Mat. 24:14.

Porque si en ese tiempo pretérito y como ya hemos dicho, el objetivo pretendido era el seleccionar a los miembros que tenían que ejercer de reyes en dicho reino, en esta ocasión el fin que se persigue es distinto ya que tiene que ver con el encontrar a los súbditos del mismo…… por lo que queda claro que el mensaje no puede ser el mismo, puesto que el objetivo no es el mismo. Y es que recordemos una vez más y por aquello de remachar el asunto, que en el inicio del nuevo mundo solo estarán los que han de reinar con Cristo (levantados en la primera resurrección), eso es, los “144.000” y por otra parte, la “gran muchedumbre” que dado que sobrevive a la “gran tribulación”, no pueden participar de esa primera resurrección ya que pasan con vida al reino de Dios y por lo que no tienen acceso a ese gobierno real…… luego solo pueden ser súbditos del mismo y por lo cual, lo que necesitan saber es cuando se va a instaurar dicho reino y lo que hay que hacer para entrar en el mismo. Pero volviendo al mensaje en cuestión, eso que acabamos de decir no es algo que se nos ocurra a nosotros de repente, sino que es en las Escrituras dónde se nos explica cuál es el contenido de la “buena nueva” que se va a transmitir a la humanidad en este tiempo y cuando llegue el momento oportuno; veamos cómo se nos explica eso en distintos pasajes del libro de Revelación y que recordemos, fue en su momento el anuncio de sucesos que aún estaban en un futuro muy distante:

Rev. 12:10: “Y oí una voz fuerte en el cielo decir: “¡Ahora han acontecido la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque ha sido arrojado hacia abajo el acusador de nuestros hermanos, que los acusa día y noche delante de nuestro Dios!”.”

Rev. 14:6-7: “Y vi a otro ángel que volaba en medio del cielo y tenía buenas nuevas eternas que declarar como noticias gozosas a los que moran en la tierra y a toda nación y tribu y lengua y pueblo 7 y decía con voz fuerte: “Teman a Dios y denle gloria, porque ha llegado la hora del juicio por él, de modo que adoren al que hizo el cielo y la tierra y el mar y las fuentes de las aguas”.”

Porque eso y no otra cosa es lo que necesitamos saber en estos momentos, pues resumiendo un poco, sabemos por el AT lo que Jehová se propone hacer con nosotros, eso es, el restaurar todas las cosas y según hablo “por boca de sus profetas de tiempo antiguo” (Hech. 3:21); sabemos por otra parte, mediante el NT, que los integrantes del gobierno del nuevo mundo (el rey y sus acompañantes) y que tienen que llevar a cabo dicha comisión de restauración, ya están elegidos y que serán levantados mediante resurrección en la próxima venida del rey Jesucristo para tomar posesión del reino…… luego la “tercera” de esas tres patas mencionadas de ese Plan Divino y que a modo de ilustración les hemos comentado, es que se nos comunique el cuándo y el cómo, o dicho de otra manera, cuando entrará en función dicho reino y cómo hay que hacer, para conseguir una plaza de súbdito en el mismo y aquello que se nos dará en el mismo: esa y no otra, es la “buena noticia” o “evangelio” que necesitamos escuchar actualmente, porque sencillamente es lo que nos aplica directamente en estos tiempos finales.

Y es que si lo pensamos con un poco de atención, esa simbólica “tercera pata” a la que hemos considerado es la Revelación, dentro del Plan de Dios, no es más que la “buena noticia” o promesa divina para la humanidad obediente, en el sentido de que aquellos que acepten su gobernación, serán resguardados de los juicios divinos contra el resto de humanidad desobediente, así como que serán restaurados a la perfección en el milenio, a la vez que ayudados a prepararse para la prueba final al término de los mil años…… y si resultan vencedores en la misma, se les concederá el derecho de vivir eternamente en una tierra de inmensa paz y felicidad. Porque si recordamos que es a los “144.000” a los que se les prometió la inmortalidad en el mismo momento de su resurrección (Rev. 20:6), como premio a la fidelidad demostrada durante su vida a la promesa recibida, nos daremos cuenta que el mensaje, “buena nueva”, o “evangelio” o como quiera llamársele y dirigido a las personas que vivimos en la actualidad, obviamente no podía ser el mismo que Jesús predicó a sus seguidores, pues va dirigido a personas que ocuparán una distinta posición: en lugar de ser reyes en ese reino, serán súbditos del mismo…… luego ¿qué sentido tiene que en la actualidad, se nos continúe hablando de la promesa de reinar con Cristo?

Y como han podido comprobar, hemos llegado a semejante conclusión mediante el sencillo método de razonar con lógica y sentido común acerca de aquello que conocemos de las Escrituras…… siendo lo publicado el resultado obtenido y que aunque sabemos que probablemente será muy contestado, no es menos cierto que todo apunta a que “algo” de acertado tiene nuestro razonamiento y lo cual plantea una cuestión: ¿Se imaginan la que se montaría si las cosas fueran tal como las planteamos nosotros? Estaríamos hablando del mayor engaño al que ha sido sometido al mundo por opositor de Jehová, eso es, Satanás el Diablo, creando un inmenso sistema religioso falso y algo a lo que tampoco hay que echarle mucha imaginación, pues son las propias Escrituras las que ya nos lo indican, al mencionar aquello de “Babilonia la Grande, la madre de las rameras y de las cosas repugnantes de la tierra” (Rev. 17:1-6)…… eso es, hablándonos de un imperio mundial de religión falsa. Luego son las mismas Escrituras las que nos ponen en antecedentes de que no existe en la tierra actualmente, forma alguna de religión que tenga la aprobación del Altísimo…… entonces ¿de dónde sale la idea de un “evangelio salvador” que nos haya de convertir a todos en Hijos adoptivos del Altísimo y del que continuamente nos hablan esos “genios” de la interpretación bíblica? Y lo que es más importante ¿quién les ha comisionado para predicar, si los encargados de dirigir la nueva predicación de Mat. 24:14 y según la Biblia, aún no han aparecido, tal como se nos señala Rev. 11:3?

Todo considerado, deberíamos de concluir que somos víctimas de un fraude colosal, pues desde la muerte de los apóstoles y los seguidores de estos y por tanto, ya recolectados la casi totalidad de los “elegidos” (recuerden que según Rev. 6:9-11, queda pendiente de aparecer solo un pequeño resto de ellos y que elige Dios directamente), se acabó la validez de la “buena noticia” que publicó Jesús, en el sentido de ofrecer a otros la oportunidad de reinar junto a él en el reino de Dios; porque en un futuro próximo y cuando de inicio a la gran predicación anunciada por Jesús de Mat. 24:14, lo que se buscará será a los súbditos de dicho reino y no a los reyes del mismo, pues como hemos dicho, prácticamente se completó el “cupo” en el primer siglo, por lo que difícilmente el mensaje de dicha predicación podía ser el mismo que predicó Jesús…… a menos eso sí, que las Escrituras nos engañen. Pero puesto que eso no puede ser, lo razonable es llegar a la conclusión lógica de que no puede existir un “evangelio salvador” tal como se nos quiere “vender” y por lo que todos los que se ocupan en esa tarea “evangelizadora” o divulgadora, no son más que agentes satánicos dedicados a promulgar la mentira con el objetivo de entrampar a los incautos y algo de lo que ya nos advirtió el apóstol Pedro:

Sin embargo, llegó a haber también falsos profetas entre el pueblo, como también habrá falsos maestros entre ustedes. Estos mismísimos introducirán calladamente sectas destructivas y repudiarán hasta al dueño que los compró, trayendo sobre sí mismos destrucción acelerada.” (2 Ped. 2:1).

Y hasta aquí, queridos amigos, esta nueva proposición que les formulamos, siempre esperando que hayamos tenido la habilidad necesaria para transmitirles la idea subyacente tras estas palabras; a partir de ahora, ya tienen que ser ustedes los que valoren los pros y los contras del planteamiento expresado y saquen las oportunas conclusiones…… y si en algo creen que nos hemos equivocado, ya lo saben: sírvanse comunicárnoslo y así nos ayudarán a aprender un poco más.

MABEL

sábado, 18 de agosto de 2012

Entonces el reino de Dios...... ¿para qué sirve?

Y es que son numerosos los autores de artículos religiosos que se las dan de “ungidos”, eso es, que se suponen adoptados como Hijos del Altísimo y por tanto, con derecho a heredar junto a Cristo el reino de Dios en calidad de reyes y sacerdotes (Rev. 20:6). Y que en defensa de semejante “galoncito”, afirman que tanto los “144.000” (Rev. 14:1), así como la “gran muchedumbre” sobreviviente de la “gran tribulación” (Rev. 7:9: 14), pasan todos a reinar con Cristo en dicho período milenario y que por tanto ambos grupos, reciben la inmortalidad de la que se nos habla en el mencionado pasaje de Rev. 20:6…… y decimos lo de defender su “galoncito, porque si solo “144.000” son los que reinan con Cristo, la práctica totalidad de esos supuestos “ungidos” actuales (pues son legión), se quedarían “compuestos y sin trono”; de ahí que mantengan el disparatado argumento de que dicha posibilidad se extiende a “to quisqui” y excentricidad en la que todos se ponen de acuerdo, prescindiendo de la confesión religiosa a la que pertenezcan o en su defecto que vayan por libre, como es el caso del personaje que vamos a citar a continuación.

Porque en línea con el tema que da título a este escrito y solo a modo de ejemplo de lo que pretendemos decirles, citaremos de lo último que ha publicado Apologista Mario Olcese a este respecto y caballero que continuando con sus disparates demostrativos de que lo más cercano a la Biblia que ha visto, han sido las aventuras completas de Marco Polo, se nos descolgó el día siete del corriente mes de Agosto, con el siguiente titular: “La mentira diabólica de que solo los 144.000 ungidos serán inmortales en el reino”…… que lógicamente y para “variar”, estaba dirigido a la organización de los Testigos de Jehová; pero que se ajusta plenamente a la opinión general mantenida por numerosos autores de artículos religiosos, tal como les hemos mencionado. Y planteamiento del Sr. Olcese, ajustado a la opinión general y que es a quiénes dirigimos este artículo (no solo a D. Mario), que podríamos resumir con este breve párrafo de su comentario de presentación del citado video/artículo:

Como pueden ver, estimados amigos, la Watchtower sostiene que sólo los 144,000 ungidos recibirán inmortalidad, mientras que la grande muchedumbre sólo vida eterna. Esta declaración es una tremenda falacia diabólica, puesto que Pablo dice que los que recibirán la vida eterna son precisamente aquellas personas que entre otras cosas están buscando LA INMORTALIDAD.” (Negritas nuestras).

Pero permítannos un pequeño paréntesis, queridos lectores, con el fin de aclararles a aquellos que no estén muy puestos en el tema y que razonablemente “haberlos, haílos”, que cuando hablamos de los “144.000” nos estamos refiriendo al grupo de los que tienen que gobernar con Cristo en el venidero reino de Dios (Rev. 14:1) y que prescindiendo de la cantidad citada (pues hay cierta polémica en cuanto a la literalidad de la misma), ya Jesús en su momento se refirió al grupo en cuestión como tratándose de un “rebaño pequeño” (Luc. 12:32). Por otra parte, cuando hablamos de la “gran muchedumbre” (Rev. 7:9), nos referimos a aquellas personas que entran en el citado reino en calidad de súbditos del mismo, por tanto beneficiarios directos de la labor llevada a cabo por Jesucristo y los citados “144.000”, durante dicho período milenario (pues tiene una duración de mil años) y que concluye cuando la humanidad obediente ha sido llevada de nuevo a la perfección; dicho lo cual y pensando que ya hemos situado al personal, continuemos con el tema inicial.

El video/artículo objeto de atención, ha sido publicado en otros blogs del citado autor con títulos cambiantes y en dónde en uno de los tales, D. Mario incluye la pregunta sobre en qué lugar de las Escrituras se dice eso, a saber, que mientras los “144.000” que gobiernan con Cristo en el reino reciben la inmortalidad, la “gran muchedumbre” sobreviviente de la “gran tribulación” accede solo a la vida eterna. Pues bien, aunque ya lo hemos explicado en ocasiones anteriores, de nuevo desde este blog vamos a enseñarle a ese “genio” de la interpretación bíblica llamado Apologista Mario Olcese y a todos los que como él piensan, dónde en el registro sagrado se hace semejante afirmación. También mencionarle al Sr. Olcese, que no estaría de más que en su caso pusiera en práctica el consejo que da a los TJ en ese mismo video, en el sentido de usar “discernimiento” o capacidad de “razonamiento”, para entender las cosas que a uno le explican…… pues habría que decirle a. Sr. Olcese, que solo con un mínimo ejercicio de esa capacidad de razonamiento, se daría cuenta de que quién dice que solo los “ungidos” o elegidos por el Altísimo para reinar con Cristo reciben la inmortalidad no son los TJ, sino que eso se dice las Escrituras, concretamente en Rev. 20:6:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad (eso es lo que significa la inmortalidad), sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Acotación nuestra).

Luego queda claro y sin lugar a duda alguna, que solo aquellos que participan de esa “primera” resurrección, adquieren la inmortalidad y pasan a gobernar con Cristo en el reino milenario en calidad de reyes y sacerdotes…… y ahora veamos que ocurre con la citada “gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar” de Rev. 7:9 y que sobrevive a la “gran tribulación” que precede al establecimiento del citado reino de Dios. Pero empecemos mencionando, que en el artículo de D. Mario se nos señala un texto bíblico y que habría que pensar que también, al entender del numeroso grupo de otros autores que comulgan con sus creencias, es definitivo para sustentar el planteamiento que estamos cuestionando y pasaje que se encuentra en Rom. 2:6-7:

Y él pagará a cada uno conforme a sus obras: 7 vida eterna a los que por aguante en la obra que es buena buscan gloria y honra e inmortalidad.”

Y puesto que ambas expresiones aparecen en el mismo texto, a D. Mario ya le ha dado el “telele” y nos intenta transmitir su personal convencimiento de que la expresión “vida eterna” es sinónima a la de “inmortalidad” y algo que no parece ser así, pues ya saben: cuando dicho caballero dice “blanco”…… ustedes piensen en “negro” y seguro que aciertan. Porque aunque ambas expresiones aparecen en un mismo contexto, es obvio que tienen connotaciones distintas y algo que se puede razonar de la siguiente manera: se entiende por “vida eterna” el vivir de manera continuada en el tiempo, sin que algo parecido a la muerte exista como obstáculo físico que trunque dicha continuidad…… por ejemplo, Adán y Eva tenían vida eterna, eso es, vida sin fin y sin embargo no eran inmortales y algo que sorprendentemente nos explica el propio D. Mario en el video objeto de análisis, pues resulta que con esa aclaración desmonta todo su planteamiento y como veremos más adelante. Pero es que hay más, puesto que los mismos ángeles gozan de la vida eterna y sin embargo tampoco son inmortales, pues hay algunos de ellos que están guardados para destrucción eterna e incluso el mismo Satanás, en su momento será destruido (Rev. 20:10). Porque si bien es cierto que a efectos prácticos, tanto el tener “inmortalidad” como el disfrutar de “vida eterna” llevan la misma consecuencia, eso es, a vivir indefinidamente…… no es menos cierto que existe entre dichas expresiones un “pequeño” matiz que las hace distintas: mientras los primeros tiene vida en función de la inmortalidad que han recibido (luego tienen vida en sí mismos y por lo tanto, no pueden ya ser destruidos), en el caso de los segundos y al igual que los ángeles o Adán y Eva en su momento, su vida está condicionada a la obediencia al Creador y sí pueden ser destruidos, al igual que los citados Adán y Eva o los ángeles rebeldes.

Y aunque últimamente se lo hemos repetido hasta la saciedad, parece ser que ni el Sr. Olcese ni aquellos que como él piensan, se han acabado de enterar de qué va la película, por lo que se lo volveremos a repetir: hemos visto que la inmortalidad la reciben solo aquellos que participan de la “primera” resurrección, por lo que la citada inmortalidad queda fuera del alcance de la “gran muchedumbre”, pues se nos dice de esta ingente cantidad de personas que sobrevive a la “gran tribulación” que precede al establecimiento del reino de Dios y lo cual significa, que pasan con vida al citado reino…… por lo que resulta que al no morir, no pueden participar de esa “primera” resurrección en la que se concede la citada inmortalidad (ni de ninguna otra, lógicamente), con lo que se quedan sin recibir dicha inmortalidad y pasan al milenio en su condición de seres mortales. Ello nos demuestra que el pasaje de Rom. 2:6-7 y que se nos expone como prueba “contundente” y definitiva para probar el argumento compartido del Sr. Olcese, no es tal, sino que tiene que querer decir algo distinto de lo que se nos quiere “vender” y que tiene que ver, más o menos, con lo que les acabamos de argumentar en el párrafo anterior…… a menos eso sí, que la Biblia se contradiga a sí misma. Pero como ello no puede ser, solo nos queda pensar en que esos caballeros meten la “gamba” a más no poder y posibilidad que queda corroborada, por el argumento mencionado en la parte final del video citado y usado como prueba de apoyo al pasaje “probatorio” de Rom. 2:6-7: el “evangelio” es uno para todos, luego aplica a todos por igual (siempre según el Sr. Olcese y acólitos) y por lo que la “gran muchedumbre” forzosamente tiene que recibir también la inmortalidad al entrar en el reino de Dios, pues “bebe” del mismo “evangelio” que los “144.000”…… lo que ocurre es que el contexto escritural, no nos dice eso ni por el forro.

Y es que como acabamos de mencionar, el Sr. Olcese nos quiere convencer y en un intento de llevar el agua a su molino, que el “evangelio” o las buenas nuevas del reino, aplican en general y por lo que lógicamente tiene que tener las mismas consecuencias benefactoras en todos aquellos que creen en él y siendo esta, la opinión de la inmensa mayoría de teólogos y autores de temas religiosos…… sin embargo, el Sr. Olcese publicó hace tiempo un argumento que desmiente totalmente dicho planteamiento y que se puede leer en su tema “Estar con Cristo…… ¿qué significa esta frase?” (12/12/10) y que en la segunda mitad del último párrafo, afirma lo siguiente:

Pero lo cierto es que Jesús vino a los Suyos para buscar herederos de su reino, y éstos, por supuesto, eran una manada pequeña comparados con los gentiles del mundo entero. Pero una vez que la mayoría de Su pueblo natural rechazó la oferta del reino, Jesús llamó a los gentiles a través del ministerio de Pablo, y a éstos, les dijo: “Si sufrimos, también REINAREMOS con él; Si le negáremos, él también nos negará” (2 Timoteo 2:12). Así que una participación activa en el reino también le fue ofrecida a una grande multitud de conversos gentiles.” (Negritas nuestras).

Luego si Jesús solo vino a buscar aquellos que con el tenían que compartir gobierno y de hecho, para eso fue enviado (Luc. 4:43), habría que pensar que ese “evangelio” o buena nuevas del reino que predicó, eso es, el contenido o mensaje del mismo obviamente estaría dirigido exclusivamente a esas personas, o sea, el reunir a aquellos que junto a él tenían que reinar…… y mensaje que resumiendo la cosa, obviamente implicaría la promesa de que aquellos que lo abandonaran todo y le siguieran, accederían a la gobernación real a su lado en ese reino prometido y aún lejano en el futuro; y eso no nos lo inventemos nosotros, sino que al menos algo parecido, es lo que se deduce de Mat. 19:27-28:

Entonces Pedro le dijo en respuesta: “¡Mira! Nosotros hemos dejado todas las cosas y te hemos seguido; ¿qué habrá para nosotros, realmente?”. 28 Jesús les dijo: “En verdad les digo: En la re-creación, cuando el Hijo del hombre se siente sobre su trono glorioso, ustedes los que me han seguido también se sentarán sobre doce tronos y juzgarán a las doce tribus de Israel.”

Y es en este sentido que se continuaron pronunciando los autores de las distintas cartas enviadas a las distintas congregaciones y que podemos leer en lo que conocemos como el NT. Pero que esa promesa quedaba circunscrita a ese núcleo o reducido grupo de personas que le siguieron y que con Jesús tenían que ejercer la gobernación real, luego no se podía hacer extensivo a la “gran muchedumbre” que como hemos visto no puede reinar con Cristo, queda probado por otro hecho significativo: dicha ingente cantidad de personas, aún tardaría siglos en aparecer…… tanto es así, que aún no han aparecido en nuestros días. Porque según el pasaje de Rev. 7:14, esas personas aparecen como sobrevivientes de la “gran tribulación”…… pero puesto que dicho evento aún no se ha producido y algo que el propio Sr. Olcese, refutando la afirmación de las “otras ovejas” de los TJ como miembros de dicha “gran muchedumbre”, demuestra en su video de 31/07/12 bajo el título “Comprobado: ¡la grande muchedumbre no sale de los Testigos de Jehová!”, es obvio que la citada “gran muchedumbre” como tal, aún no existe.

Luego teniendo en cuenta dicha circunstancia, más la mencionada anteriormente, en el sentido que puesto que esas personas sobreviven a la “gran tribulación” y por lo tanto, no mueren sino que pasan con vida al reino de Dios, luego no pueden participar de la “primera” resurrección que es la que da la inmortalidad y permite reinar con Cristo…… ¿sería razonable que un mismo “evangelio” o mensaje, fuera aplicable tanto a unos como a otros? Dicho de otra manera ¿sería entendible que un mensaje dirigido a captar a los que con Cristo tenían que gobernar en calidad de reyes y sacerdotes en el reino de Dios, fuera aplicable también (casi 2.000 años después), para aquellos que solo podían ser súbditos de ese futuro reino?

Obviamente no a nuestro entender y algo que queda claro, si siguiendo nuestra costumbre de desarrollar un planteamiento hasta sus últimas consecuencias y ver que sale de todo ello, volvemos a la pregunta que da título a este escrito; y es que si las cosas fueran como nos las plantean esos caballeros, en el sentido que ambos grupos (los 144.000, así como la “gran muchedumbre”) recibieran la inmortalidad al entrar en la “nueva tierra” (2 Ped. 3:13)…… ¿para qué sirve entonces, ese período de mil años y que conocemos como “el reino de Dios”, que además es el tema central de las Escrituras y que se nos propone como la única solución a todos los males de la humanidad? Porque no olvidemos, que según el libro de Revelación, los únicos que pasan de inicio al mencionado reino, solo son los que conforman los dos citados grupos: los “144.000” por un lado y la “gran muchedumbre” (Rev. 7:4 y 14) por el otro; entonces y de ser la cosa tal como nos la quieren “colar”, que tanto los unos como los otros recibieran la citada inmortalidad ya en el momento de entrar en el periodo milenario, nos encontraríamos con que todos los seres existentes en la tierra durante esos mil años, serían perfectos e inmortales Hijos de Dios y cualificados reyes y sacerdotes…… sin nadie sobre quién reinar y lo que es peor, sin nadie sobre quién poder desarrollar su benefactora labor sacerdotal y lo que de nuevo nos remite a la pregunta inicial ¿para qué entonces, sirve el reino de Dios? Porque si todos ya fueran “perfectos” y para acabar de arreglar la cosa, dicha idea no cuadraría con Hech. 3:20-21 y en dónde se nos expone la razón fundamental por la que Dios ha establecido dicho arreglo del reino o período milenario…… y algo más que el Sr. Olcese sabrá Jehová de eso ¿no creen?:

“…… y para que él (Jehová) envíe al Cristo nombrado para ustedes, Jesús, 21 a quien el cielo, en verdad, tiene que retener dentro de sí hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.” (Acotación nuestra).

Y pasaje que no hace falta leerlo con mucha atención, para darse cuenta que en él se nos habla de cosas que han que ser restauradas y no de cosas que tuvieran que ser cambiadas…… y puesto que la expresión “restaurar”, significa básicamente el devolver algo a su condición anterior, ello significaría que el propósito declarado por Jehová es el de devolver a la humanidad a la misma condición de Adán y Eva antes del pecado y personajes, de los que ya hemos dicho y que el Sr. Olcese reconoce, no eran inmortales. Luego si los dos únicos grupos de personas que inician el milenio (los “144.000” y la “gran muchedumbre” y siempre según las Escrituras), recibieran de inicio la inmortalidad y fueran por tanto, ya perfectos e inmortales Hijos de Dios y sin necesidad de que se les “restaurara” nada…… ¿a quiénes aplicarían las palabras citadas en Hech. 3:20-21? Pero es que aún hay más y siempre en función del significado de la expresión “restaurar”, porque veamos; si las cosas fueran tal como dice el Sr. Olcese y la tierra se llenara de personas inmortales, Jehová nos habría mentido pues no habría nada parecido a un “restauración”, sino que nos encontraríamos con una “nueva creación”…… y qué precisamente eso es lo que se nos dice acerca de esos “ungidos” o Hijos adoptivos de Dios, que tienen que reinar con Cristo:

2 Cor. 5:17: “Por consiguiente, si alguien está en unión con Cristo, es una nueva creación; las cosas viejas pasaron, ¡miren!, cosas nuevas han llegado a existir.”

Gál. 6:15: “Porque ni la circuncisión es nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación es algo.”

Ahora bien ¿en qué sentido estaba hablando Pablo, acerca de esa “nueva creación”? Evidentemente en sentido literal, pues tengamos presente que en la creación conocida, no existía nada parecido a un ser creado en inmortalidad: los ángeles y hablando de la creación espiritual, no son inmortales; Adán y Eva, máximos exponentes de la creación material, tampoco eran inmortales…… solo tenía inmortalidad Jehová (1 Tim. 6:16). De hecho leeremos un texto que muestra la veracidad de nuestra afirmación y que junto al de Rom. 2:6-7 mencionado hace un momento, también parece ser “clave” para D. Mario (al menos eso dice en el citado video) como soporte de su planteamiento; pero veamos qué fue lo que Pablo explicó a su discípulo Timoteo en dicho pasaje:

“…… pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, quien quitó la muerte y sacó a la luz (o dio a conocer) la vida y la inmortalidad por medio del evangelio (o buenas nuevas)”. (2 Tim. 1:10, según RVC). (Acotaciones nuestras).

O dicho de otra manera y lo que es lo mismo, que Jesús descubrió para aquellos que le siguieron fielmente, algo desconocido e impensable hasta ese momento, como era la posibilidad de llegar a alcanzar la inmortalidad. Luego es obvio que cuando Jesucristo resucitó como ser inmortal, abrió el camino a algo nuevo (o “nueva creación”) para todos aquellos que como dijo Pablo, siendo semejantes en su muerte (a la de Cristo), serían también semejantes en su resurrección (Rom. 6:5), eso es, una resurrección de gloria e inmortalidad…… sin embargo recordemos, que la “gran muchedumbre” puesto que no muere sino que sobrevive a la “gran tribulación” y por ello pasan con vida al reino de Dios, no tiene parte en ningún tipo de resurrección y por lo que no pueden acceder a dicha inmortalidad; luego ¿qué ocurre con ellos? Pues que sencillamente y contrario a lo afirmado por el Sr. Olcese y “colegas”, se les ofrece la oportunidad de acceder a la vida eterna…… y que no es poco; pero veamos el proceso.

Una vez dentro de ese reino de Dios, regido por Jesucristo y sus hermanos adoptivos (los mencionados “144.000”), se llevará a cabo la mayor obra de restauración jamás conocida, que tendrá como logro más preciado la resurrección de los muertos, los cuales serán devueltos y al igual que los miembros de la “gran muchedumbre” que les precedió, a la plenitud o perfección física y en cumplimiento de la promesa de “restauración de todas las cosas” hecha por el Altísimo, por “boca de Sus profetas de tiempo antiguo” (Hech.3:21)…… si quieren más completa información acerca de lo que realmente se hará en ese tiempo, pueden ver nuestro artículo del 09/04/12 titulado alegóricamente “¡Y el sapo se convirtió en un príncipe!”. Y es en medio de esas condiciones de perfección, paz y seguridad que pueden leer en el título mencionado y que se darán durante los mil años del reinado de Jesucristo, que también se irán impartiendo nuevas enseñanzas tendentes a la edificación espiritual y que capacitará al personal que se lo tome en serio y las aproveche, para enfrentar la última prueba a la que será sometida la humanidad obediente, eso es, la suelta de Satanás de su encarcelamiento de mil años:

Ahora bien, luego que hayan terminado los mil años, Satanás será soltado de su prisión 8 y saldrá a extraviar a aquellas naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos para la guerra. El número de estos (los extraviados) es como la arena del mar.” (Rev. 20:7-8). (Acotación nuestra).

Los que superen dicha prueba podrán seguir viviendo tan felices y contentos por la eternidad, mientras que aquellos que (y emulando a nuestros primeros padres Adán y Eva), se dejen extraviar y tomen partido por el adversario de Jehová, serán destruidos eternamente…… y esa es toda la historia. Ahora bien, como siempre los hay que quieren saber más, puede que alguno se pregunte por qué Jehová somete a esta última prueba a la humanidad y lo que tiene una explicación tan sencilla como lógica: nuestros primeros padres nos hurtaron el derecho de decidir por nosotros mismos a quién queremos someternos (si a Jehová o a Satanás) y que con su equivocada decisión, nos liaron la que nos liaron y “así nos luce el pelo” que diría el castizo; por lo tanto el Altísimo, lo que hace es conceder a cada uno la oportunidad para que por sí mismo y en uso de su libre albedrio, tome la decisión que estime oportuna…… y de la que ya sí será responsable directo.

Porque resulta que actualmente los seres humanos y por expresarlo de manera gráfica y para entendernos, continuamos sufriendo los efectos de un pecado del que no fuimos responsables, pues no se nos preguntó nuestra opinión en la decisión tomada…… por eso Dios, pone de nuevo ante los hombres dicha posibilidad. Los que no superen la prueba, recibirán de Jehová lo mismo que se ganó Adán, eso es, la destrucción eterna; pero para aquellos que, agradecidos por lo que Jehová ha tenido que hacer por nosotros para que podamos disfrutar de dicha oportunidad (hasta el dar a su propio Hijo en sacrificio, como se nos dice en Juan 3:16), decidan sujetarse a Su Soberanía, recibirán lo mismo que poseían nuestros primero padres y que en armonía con el pleno significado de la palabra “restaurar”, no es otra cosa que la posibilidad de vivir por la eternidad, eso es, la vida eterna y que, repetimos, no es poco…… además ¿quieren que les contamos un secreto, que desconocen los Olcese y compañía y por ello dicen las barbaridades que dicen?: para vivir eternamente, no hace ninguna falta el ser inmortal…… solo con amar a Jehová, asunto resuelto.

Pero a todo eso, en este artículo se ha hecho una afirmación muy atrevida y que habrá puesto a más de uno con los pelos como escarpias, como es el decir que el “evangelio” predicado por Jesús y sus apóstoles en su momento, no nos aplica a las personas que vivimos en la actualidad…… y afirmación que va en contra de lo “políticamente correcto” dentro de las diferentes formas de religión de la cristiandad. Pero también parecía un disparate el decir que el bautismo en agua está obsoleto y no sirve actualmente para nada (recuerden nuestro artículo “El bautismo en agua…… ¿está aún vigente?” de 04/05/12) y sin embargo, hasta donde nosotros sabemos, nadie se atrevió a rectificarnos. No obstante y volviendo al tema que nos ocupa, como no es costumbre en los autores de este blog, el afirmar algo sin poder demostrar la veracidad de lo afirmado (o al menos intentarlo), nos comprometemos a publicar un próximo artículo (de lo contrario nos extenderíamos demasiado en este escrito) en el que explicaremos debidamente el porqué de nuestro razonamiento. Por lo tanto, ahí dejamos el tema analizado y ahora ya sí, son ustedes los que mediante su personal investigación de los argumentos esgrimidos por ambas partes, tienen que dar o quitar razones; y si en algo de lo que decimos no están de acuerdo y tienen a bien el comunicárnoslo, estaremos encantados de conocer sus puntos de vista…… y es que ya saben: nosotros también nos podemos equivocar.

MABEL

martes, 7 de agosto de 2012

Entre lo anecdótico y lo sustancial…… ¿con qué se queda usted?

Y titular que tiene que ver con algunos correos que estamos recibiendo en este blog, en el sentido que dedicamos demasiado tiempo a meternos con Apologista Mario Olcese, en lugar de publicar artículos de corte más doctrinal y menos contestatarios, dirigidos quizás a un público más “pacífico”. Por lo que, aunque ya hemos respondido en otras ocasiones a esta cuestión, volveremos a incidir en ella diciendo que, en primer lugar, la razón de ser de este blog y según explicamos en la “entradilla” del mismo, es precisamente el denunciar todas aquellas enseñanzas que consideramos erróneas y someterlas al juicio de nuestros lectores, eso sí (y esto es algo que tiene su peso específico en esta cuestión), mediante el ofrecer una enseñanza alternativa con la que poder contrastar…… a la vez que intentar desenmascarar a toda esa patulea de “falsos maestros” (2 Ped. 2:1), que lo único que hacen es engañar al personal, como es el caso del personaje en cuestión. Por otra parte, hay que tener en cuenta que uno de los blogs de más audiencia en Internet (o al menos lo era), dentro del campo de la literatura bíblica y que aglutina en su contenido, todas aquellas enseñanzas falsas acerca de las Escrituras con las que ustedes se puedan topar, es sin duda alguna el de Apologista Mario Olcese…… y claro, como en tantas ocasiones hemos dicho, no nos vamos a meter con aquél autor al que solo le lee su mamá y por aquello tan comprensible del amor de madre. Pero puesto que es muy cierto que nuestra actitud crítica ha resultado en una gran proyección para nuestro blog, con un más que considerable aumento en número de visitas (al principio también nos aplicaba eso del amor de madre) y lo que demuestra que la página del Sr. Olcese es un buen “escaparate”, continuamos pensando que lo razonable es continuar por el mismo camino…… y avala nuestra decisión, el hecho constatado (hasta el momento, al menos) que nuestros planteamientos no han podido ser rebatidos por nadie y lo cual nos lleva a pensar, que “navegamos” en la dirección correcta y por lo que, mientras Jehová lo permita, seguiremos dando “la vara”.

Porque al denunciar las enseñanzas de dicho caballero, realmente estamos denunciando por igual a todos aquellos que, quizás sin una presencia tan sólida en la Red como la de Apologista, mantienen sus mismas creencias en cuanto a doctrina se refiere y que engañan exactamente igual a los que les leen, como pueda hacerlo D. Mario Olcese. De tal manera, que cuando nosotros rebatimos determinado planteamiento o enseñanza de dicho caballero, contribuimos a que cuando usted la vea publicada en el blog de otro autor, ya esté sobre aviso y no se deje engañar…… luego ¿qué más da la razón por la cual dicha información ha llegado hasta sus manos? Y es que hay que tener en cuenta una constante existente en todos aquellos que hoy día se auto reconocen como “ungidos” (y que son legión), eso es, supuestos Hijos adoptivos de Dios y por tanto, se supone que “guiados” por el espíritu santo para “enseñar” y con el derecho añadido de reinar con Cristo en el reino milenario venidero…… y es que cometen los mismos errores de base en el entendimiento de las Escrituras que comete D. Mario Olcese y de ahí su disparatada pretensión. Por lo tanto, nada que venga de esas personas puede ser tomado en serio…… por lo cual entendemos procedente nuestra actitud, pues personalicemos en quién personalicemos, estaríamos hablando de lo mismo.

De aquí nuestro titular y en el que pretendemos simplemente señalar, que si uno se queda con la simple anécdota, como podría ser el marco de circunstancias en el que nos desenvolvemos (una fuerte discusión entre dos partes), le ocurre lo mismo que aquella persona a la que “un árbol no le deja ver el bosque”; sin embargo, si uno se queda con lo sustancial y que no es otra cosa que la enseñanza que mediante dicha “pelea” estamos transmitiendo, podrá visualizar “el bosque” entero con toda su nitidez…… y que además cuenta con la garantía ya mencionada, en el sentido de que hasta el momento ni dicho caballero, ni otros muchos de su “cuerda” que también nos leen, han sido capaces de poder rebatirnos planteamiento alguno. Luego eso y no otra cosa es lo realmente importante o sustancial…… al menos a nuestro entender: el que ustedes tengan información veraz acerca del contenido escritural y no toda esa serie de “historias para no dormir” que se publican por ahí. Y claro, comprenderán que es mucho más fácil para nosotros centrar la atención en un solo blog, que no abrir mil y un frentes a nuestro alrededor (no disponemos del tiempo necesario), cuando la realidad es que en esencia estaríamos hablando de las mismas falsas enseñanzas, vengan de quién venga.

Por otra parte, habría que tener en cuenta que no hacemos más que lo que hace dicho caballero, cuando en sus blogs arremete de continuo contra las doctrinas o enseñanzas de los Testigos de Jehová: primero denuncia el error cometido por estos y ya después, pasa a dar su propia interpretación del significado del tema del que se trate y obviamente (según propia afirmación) para que aquellos seguidores de los TJ que le puedan estar leyendo, comprendan el error en el que les han entrampado sus dirigentes y se cambien a una enseñanza correcta…… que se supone que es la que el Sr. Olcese les está explicando. Lamentablemente si a un TJ se le ocurriera cambiar de “bando”, se encontraría con la desagradable sorpresa de que se sale de las llamas para meterse de lleno en las brasas, pues las interpretaciones que D. Mario nos hace con respecto de las citadas enseñanzas “watchtowerianas”, son un verdadero disparate, como les vamos a mostrar a continuación.

Porque resulta que el Sr. Olcese tiene publicados dos video/artículos en su blog de cabecera (27/07/12), siendo el primero de ellos, el titulado “La barbaridad de la doble prueba para las “otras ovejas” de la Watchtower” y basado en La Atalaya de estudio del 15/10/12 (en dicha organización, las revistas de estudio se publican con cierta antelación) y que abre con el siguiente comentario:

En la revista de estudio de La Atalaya del 15 de Octubre del 2012, pág.31, la Watchtower repite el error de que las "otras ovejas" serán probadas dos veces, una en esta vida, y otra al final del reino de Cristo. Sin embargo, para los 144,000 ungidos les espera reinar con Cristo en el cielo con inmortalidad. Eso significa que la llamada "manada pequeña" no necesitará ser probada dos veces, ya que de frente comienzan reinando con inmortalidad desde el mismo comienzo del milenio. ¿Podría alguien creer que nuestro Dios es un Dios parcial e injusto? No lo creo!!!” (Negritas nuestras).

Luego según leemos en dicha transcripción, dicho caballero señala lo que a su entender es una barbaridad, eso es, que mientras aquellos que con Cristo han de reinar (cifrados en 144.000), reciben la inmortalidad en el mismo momento de ser resucitados, la “gran muchedumbre” tenga que esperar al final de los mil años para acceder a la vida eterna, que no la inmortalidad y que es muy distinto (por si no lo sabe el Sr. Olcese)…… pero que en todo caso, más o menos, ese es su planteamiento y equivocado como siempre, pues eso que afirman los TJ es exactamente lo que nos dicen las Escrituras, porque veamos: de entrada, que los que reinarán con Cristo reciben la inmortalidad en el mismo momento de su resurrección, lo leemos en Rev. 20:6 y que dice como sigue:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad (ello significa la inmortalidad), sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Acotación nuestra).

Entonces algo que nos queda claro, es que los que participan de esa “primera” resurrección, son los que reinarán con Cristo y con la inmortalidad concedida, pues es sobre estos que la muerte segunda “no tiene autoridad”…… luego es obvio que sí la tiene sobre otras personas (de lo contrario, dicha afirmación no se entendería) y que solo puede ser sobre la “gran muchedumbre” que sobrevive a la “gran tribulación” de Rev. 7:9; 14; pues habría que señalar y como detalle importantísimo a tener en cuenta, que en la Revelación solo se nos muestra a esos dos grupos de personas que entren de inicio al reino de Dios…… no se nos habla de nadie más. Ahora bien ¿por qué sobre esa ingente cantidad de personas la “muerte segunda” (Rev. 20:14) si tiene autoridad? Pues porque de esa inmensa multitud de personas se nos dice que son “los que salen de la gran tribulación” (Rev. 7:14), lo que significa que sobreviven a ella, luego pasan con vida a ese nuevo mundo y por lo tanto, al no haber muerto no pueden participar de esa “primera” resurrección y que es en donde (como hemos visto) se concede la citada inmortalidad…… luego lógicamente continúan manteniendo su condición de mortales, eso es, que pueden morir y siempre que Rev. 20:6 no nos engañe. Y que al no poder participar de esa citada “primera” resurrección, tampoco pueden reinar con Cristo…… pero puesto que de ellas se nos dice que entran en el reino, la pregunta sería ¿en calidad de qué entran en dicho reino? Pues obviamente y si no pueden reinar, solo pueden hacerlo en calidad de súbditos del mismo y lo que nos lleva a hacer una precisión; veamos:

Los TJ en esta enseñanza, en principio tienen toda la razón del mundo…… si bien solo en el fondo de la cuestión, pues en la forma se equivocan notablemente: porque si bien es cierto que un grupo pequeño reinará con Cristo, no es menos cierto que no lo harán desde los cielos sino desde la tierra; y por otra parte, nada tienen que ver esas personas que reinarán con Jesucristo en el milenio, con los particulares “ungidos” de los TJ, según probaremos a continuación…… y en cuanto a la “gran muchedumbre”, si bien es cierto que serán los súbditos de dicho gobierno y no gozarán de la inmortalidad, ya es menos cierto que dicho grupo esté formado por sus “otras ovejas” y algo que razonaremos de inmediato. Pero también por su parte, el Sr. Olcese comete el error de no contrastar lo que dicen los TJ con lo que dice la Biblia, sino con lo que él cree que se dice en ella del tema que se esté cuestionando…… porque por ejemplo, a día de hoy y según las Escrituras, no hay en la tierra nada parecido a personas “ungidas” que representen a Dios, ni mucho menos una “gran muchedumbre” que se pueda identificar con la de Rev. 7:9 y por lo que, de momento y bíblicamente hablando, no hay tema sobre el cual discutir; por lo que queda claro que el citado caballero, discute con los TJ a partir de lo que él cree que dicen las Escrituras del tema en cuestión y no de lo que realmente dicen estas del mismo.

Lo que sí es cierto y según el registro sagrado, es que está por aparecer un “resto” de esas personas “ungidas” o elegidas (significa lo mismo) por Dios como sus representantes, según leemos en Rev. 6:9-11:

Y cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido degollados a causa de la palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que solían tener. 10 Y clamaban con voz fuerte y decían: “¿Hasta cuándo, Señor Soberano santo y verdadero, te abstienes de juzgar y de vengar nuestra sangre en los que moran en la tierra?”. 11 Y a cada uno de ellos se dio una larga ropa blanca; y se les dijo que descansaran por un poco de tiempo más, hasta que se completara también el número de sus coesclavos y de sus hermanos que estaban a punto de ser muertos como ellos también lo habían sido.”

Y que estos personajes aún no han aparecido, lo prueba el hecho que no hay ninguno de esos supuestos “ungidos” actuales (pertenezcan a la confesión religiosa que pertenezcan, o vayan por libre como muchos de ellos), que estén dotados de los grandes poderes de los que estarán revestidos los miembros de ese “resto” por aparecer, según se nos dice en Rev. 11:3-6:

Y haré que mis dos testigos profeticen mil doscientos sesenta días vestidos de saco. 4 Estos son simbolizados por los dos olivos y los dos candelabros y están de pie delante del Señor de la tierra.

5 Y si alguien quiere hacerles daño, de la boca de ellos sale fuego y devora a sus enemigos; y si alguien quisiera hacerles daño, tiene que ser muerto de esta manera. 6 Estos tienen la autoridad para cerrar el cielo de modo que no caiga lluvia durante los días de su profetizar y tienen autoridad sobre las aguas para tornarlas en sangre y para herir la tierra con toda clase de plaga cuantas veces deseen
.”

Y por lo menos hasta donde sabemos, ninguno de los componentes de esa actual marabunta de “fantasmas” que se reconocen a sí mismos como “ungidos” y por tanto, Hijos adoptivos de Dios, puede demostrar poseer semejantes poderes…… luego lo dicho: no son más que unos farsantes y embaucadores (incluido el Sr. Olcese), que lo único que demuestran es no tener ni la más remota idea de lo que dicen las Escrituras. Y volviendo a lo de la “gran muchedumbre”, repetir que en nuestros días no existe tampoco nadie que represente a dicho grupo, pues dicha ingente cantidad de personas aparece como consecuencia directa de la predicación anunciada por Jesús en Mat. 24:14 y que aún no ha comenzado, pues los que la inician y por espacio de “mil doscientos sesenta días”, eso es, durante tres años y medio (y no los ciento y pico que llevan ya los TJ dando la matraca), son los “dos testigos” o “resto” enviado por el Altísimo para llevar a cabo dicha comisión y según acabamos de leer. Y que estamos en lo cierto al afirmar que no existe a día de hoy, nada parecido a la “gran muchedumbre” de Rev. 7:9, queda claro por el hecho que esa ingente cantidad de personas y que “ningún hombre podía contar” sobreviven a la “gran tribulación” de Rev. 7:14…… pero “gran tribulación” que aún está en el futuro, luego aún nadie ha podido sobrevivir a ella y por lo que como hemos dicho, no puede existir nada parecido a semejante muchedumbre en nuestros días. Por lo que tampoco pueden existir “ungidos” verdaderos en nuestro tiempo, ya que la citada “gran muchedumbre” de Rev. 7:9 y que aún no ha aparecido, es la consecuencia directa de la labor de predicación desarrollada por dichos “ungidos”…… y ya se sabe: sin acción, no puede haber reacción (y viceversa).

Pero veamos ahora, otra objeción que D. Mario plantea a los TJ en el tema titulado “Herejía pura: el esclavo dice que las otras ovejas no necesitan nacer de nuevo” y apoyado en una Atalaya más antigua y en su versión en inglés (01/04/88) y cuyo comentario de introducción dice así:

“En la revista Watchtower (inglés) del 1 de Abril de 1988, pág. 18, el llamado "Esclavo" dice que la grande muchedumbre no necesita "nacer de nuevo". Sin embargo, Jesús le dijo a Nicodemos que si quería VER y ENTRAR en el reino, tenía que NACER DE NUEVO. ¿A quién le creerá usted, a Jesucristo, o al esclavo de la WT apóstata? ¡¡¡Tenga en cuenta que su salvación está en juego!!!” (Negritas nuestras).

Y confirmando que la versión en español de dicha revista, se pronuncia en el mismo sentido que su original en inglés, pasemos a analizar en primer lugar, cuáles fueron las palabras de Jesús en la conversación que mantuvo con Nicodemo y lo que es más importante, el contexto en el que fueron dichas:

En respuesta, Jesús le dijo: “Muy verdaderamente te digo: A menos que uno nazca de nuevo, no puede ver el reino de Dios”. 4 Nicodemo le dijo: “¿Cómo puede nacer el hombre cuando es viejo? No puede entrar en la matriz de su madre por segunda vez y nacer, ¿verdad?”. 5 Jesús contestó: “Muy verdaderamente te digo: A menos que uno nazca del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” (Juan 3:3-5).

Y quizás visto desde esa perspectiva y sin profundizar más en el asunto, tal parecería que D. Mario tiene razón y que la “gran muchedumbre” de Rev. 7:9, sí tendría que nacer otra vez para entrar en el reino de Dios…… pero no: resulta que los TJ tienen razón de nuevo y dicho caballero, lamentablemente y como nos tiene acostumbrados, vuelve a meter la pata hasta el corvejón. Y es que el Sr. Olcese, tal parece que nos toma por tontos o se cree que los demás y al igual como hace él, no tenemos en cuenta los diferentes contextos en los que se hacen determinadas afirmaciones…… porque veamos a quiénes se dirigían esas palabras, eso es y como hemos dicho, en qué contexto fueron expresadas. Porque se da la circunstancia que cuando Jesús vino por primera vez, solo vino para buscar a aquellos que junto a él, tenían que conformar ese “reino de sacerdotes” prometido por Jehová (Éxo. 19:6)…… y algo en lo que tiene que estar de acuerdo el Sr. Olcese, pues esto que van a leer a continuación, es lo que él mismo publicó el 12/12/10, bajo el título “Estar con Cristo ¿qué significa esta frase?” y que en la segunda mitad del último párrafo, afirma lo siguiente:

Pero lo cierto es que Jesús vino a los Suyos para buscar herederos de su reino, y éstos, por supuesto, eran una manada pequeña comparados con los gentiles del mundo entero. Pero una vez que la mayoría de Su pueblo natural rechazó la oferta del reino, Jesús llamó a los gentiles a través del ministerio de Pablo, y a éstos, les dijo: “Si sufrimos, también REINAREMOS con él; Si le negáremos, él también nos negará” (2 Timoteo 2:12). Así que una participación activa en el reino también le fue ofrecida a una grande multitud de conversos gentiles.” (Negritas nuestras).

Entonces lo que parece obvio, es que esas palabras de Jesús, lejos de ir dirigidas a una “gran muchedumbre” de personas a las que les faltaban aún muchos siglos por aparecer, razonablemente irían dirigidas a sus contemporáneos y de los que pretendía entresacar a los merecedores de alcanzar tan gran privilegio de reinar junto a él en el reino de Dios. Luego lo que estaba haciendo Jesús, era dar las pautas o requisitos que deberían de reunir aquellos que en ese momento, desearan acompañarle en su regir…… y ya hemos visto al principio de este escrito, las razones por las que los miembros de esa “gran muchedumbre” sobreviviente de la “gran tribulación” (Rev. 7:9; 14) y por aparecer aún, no pueden reinar con él y lo que significa que no tienen necesidad alguna de “nacer de nuevo”, puesto que no pueden acceder al privilegio de reinar durante el milenio. Porque algo que no podemos olvidar, es que el “nacer de nuevo” mencionado por Jesús en Juan 3:3, no significaba otra cosa que el “nacer” uno, mediante recibir el bautismo “en espíritu”, a la condición de Hijo adoptivo de Dios y requisito sin el cual, no se puede heredar el reino en calidad de inmortal rey y sacerdote…… luego es obvio que Jesús, sabedor de dicha circunstancia, no podía referirse en ese momento a esa “gran muchedumbre” de personas con lo de “nacer de nuevo”, puesto que como ya hemos mencionado, las tales no pueden acceder al reino en calidad de gobernantes, al no poder participar de la “primera” resurrección mencionada. Por lo que el Sr. Olcese de nuevo se ha “pasado siete pueblos”, al darles a las palabras dichas por Jesús a Nicodemo, una interpretación totalmente diferente de la intencionalidad que realmente tenían…… y es que como siempre suele hacer, ha sacado dichas palabras de su contexto natural, para conseguir que digan aquello que él necesita que digan, con el fin de sostener su disparatada afirmación.

Por lo tanto, no solo de nuevo el amigo Apologista se ha “columpiado”, sino que se ha contradicho a sí mismo y en una muestra más, de no saber de qué está hablando. Porque una cuestión que dicho caballero por lo visto ignora, es que sorprendentemente los TJ han “clavado” la secuencia de los acontecimientos a producirse: en primer lugar, habría la aparición de un resto “ungido” y con ellos, el inicio de una gran predicación mundial; la cual da como resultado, la aparición de una “gran muchedumbre” para acto seguido y después de ser esta puesta bajo protección divina, desatarse una “gran tribulación” y que culmina con la batalla de Armagedón, sobre aquellos que han rechazado la oportunidad ofrecida y que trayendo el final de este sistema de cosas tal como lo conocemos, precede al establecimiento del reino de Dios…… y extremos que cuadran perfectamente con lo que dicen las Escrituras. Lo que ocurre, es que en dicha organización iniciaron el cálculo con más de 100 años de antelación y por ello nunca les han cuadrado las cuentas (entiéndase la fechas) y han estado dando bandazos de un lado para otro, sin acertar ni una sola vez y algo de lo que los dos autores de este blog, podemos dar testimonio personal. Aunque habría que reconocer, que a sus dirigentes y en el aspecto económico, sí parece que les han salido dichas cuentas, pues se han forrado…… pero con lo que al fin y a la postre han demostrado, no ser para nada la pieza maestra (o religión verdadera) utilizada por el Creador para dar adelanto a Su propósito, sino un instrumento más en manos de Satanás para extraviar a muchas personas de entre sus adeptos, que honestamente creen servir a Jehová.

Pero claro, volviendo al Sr. Olcese, vemos que de nuevo nos ha dado una muestra de su “capacidad” de interpretación bíblica, al decirnos que la “gran muchedumbre” no puede ser probada dos veces y por lo tanto, al serlo en esta vida, no precisan serlo al final del milenio…… pero vean como nos lo expresaba dicho caballero (y excúsennos por repetir la cita, pero es que no tiene desperdicio).

En la revista de estudio de La Atalaya del 15 de Octubre del 2012, pág.31, la Watchtower repite el error de que las "otras ovejas" (entiéndase la “gran muchedumbre”) serán probadas dos veces, una en esta vida, y otra al final del reino de Cristo. Sin embargo, para los 144,000 ungidos les espera reinar con Cristo en el cielo con inmortalidad. Eso significa que la llamada "manada pequeña" no necesitará ser probada dos veces, ya que de frente comienzan reinando con inmortalidad desde el mismo comienzo del milenio. ¿Podría alguien creer que nuestro Dios es un Dios parcial e injusto? No lo creo!!!

Por lo que según entendemos nosotros de lo transcrito, el Sr. Olcese nos viene a decir que la “gran muchedumbre” que sobrevive a la “gran tribulación” (Rev. 7:9; 14), ya recibe la inmortalidad en el mismo momento de entrar en el nuevo orden próximo a establecerse…… pero no se crean ustedes que esa es una idea que malévolamente nos sacamos de la manga los autores de este blog, sino que es lo que nos afirma el propio D. Mario en un video del día 28 del pasado mes de Julio y que titula “Las otras ovejas recibirán la inmortalidad antes de que empiece el milenio”…… pero quédense ustedes con “la copla”: las “otras ovejas” de los TJ y que se corresponden con la “gran muchedumbre” de Rev. 7:9, según el Sr. Olcese ya reciben la inmortalidad antes de que empiece el período milenario; luego más claro, imposible.

Y por ello entendemos que el párrafo transcrito no tiene desperdicio, porque de nuevo el amigo Apologista nos muestra en el mismo, que no tiene ni puñetera idea de lo que dicen las Escrituras ¡y es que ya hay que ser ceporro, para escribir semejante dislate! Porque si aceptáramos como bueno el planteamiento en cuestión, nos tendría que explicar dicho caballero en primer lugar, cuál es la razón por la que Jehová “guarda” a Satanás para el final de los mil años y circunstancia que queda perfectamente establecida, en el siguiente pasaje de Rev. 20:7-9:

Ahora bien, luego que hayan terminado los mil años, Satanás será soltado de su prisión 8 y saldrá a extraviar a aquellas naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos para la guerra. El número de estos (los que fueron extraviados) es como la arena del mar. 9 Y avanzaron sobre la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero descendió fuego del cielo y los devoró.” (Acotación nuestra).

Porque claro, tal como ya hemos señalado con anterioridad, el relato del libro de Revelación es clarísimo cuando nos muestra que en el nuevo mundo por venir y después de la “gran tribulación”, solo hay dos grupos de personas que entran en dicho nuevo mundo y que dan inicio al período milenario: el de los 144.000 y el de la “gran muchedumbre”…… absolutamente nadie más; y si según ese “genio” de la interpretación bíblica, llamado Apologista Mario Olcese, los dos grupos ya reciben la inmortalidad en ese preciso momento ¿a quiénes sale a extraviar Satanás al término de los mil años? Y lo que es más ¿habría que pensar que personas a las que el Altísimo y por su fidelidad actual, les ha concedido la inmortalidad, pudieran ser posteriormente extraviadas por Satanás y encima “numerosos como la arena del mar”? Entonces ¿en dónde o en qué se equivocó Jehová, al dar la inmortalidad a personas que luego le traicionarían, al igual que lo hicieron Adán y Eva? Y ya yendo un “pasito” más allá y por aquello de “rizar el rizo” ¿cómo pueden ser destruidas por la “muerte segunda” personas a las que el mismísimo Jehová y según el Sr. Olcese, ha declarado “inmortales”? Pero es que por si esto fuera poco y a riesgo de ser repetitivos (pero creemos que vale la pena), retrocedamos un poco y volvamos de nuevo a Rev. 20:6:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (luego no sobre otros) la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Acotación nuestra).

Luego lo que se nos deja claro, es que solo los que participan de esa “primera” resurrección, acceden a la inmortalidad y que es lo que significa el hecho de que la muerte segunda no tenga autoridad sobre ellos…… por lo que el Sr. Olcese nos tendría que explicar también, cómo puede ser posible que personas que sobreviven a la “gran tribulación” y por lo que obviamente no han muerto, luego pasan con vida al reino de Dios, consigan una inmortalidad que solo se concede a aquellos que participan de la primera resurrección y para lo cual, previamente tienen que haber muerto ¡vamos, se nos ocurre pensar a nosotros!…… a menos eso sí y como ya hemos dicho, que Rev. 20:6 nos esté mintiendo.

Bien, llegados a este punto, volvamos al principio de nuestro artículo y permítanos repetir la pregunta inicial ¿con qué se quedará usted…… con la anécdota o con lo sustancial? Y siendo lo anecdótico, el perenne enfrentamiento con el Sr. Olcese, mientras que lo sustancial y a tener en cuenta, serían las enseñanzas alternativas que nosotros dejamos planteadas y que usted haría bien en comprobar sobre su pretendida veracidad, mediante consultar su propio ejemplar de las Escrituras; y es que ya saben…… nosotros también nos podemos equivocar.

MABEL