lunes, 14 de diciembre de 2009

Declaración de intenciones.

Este blog nace con la intención de que su verdadero protagonista sea el Dios Altísimo, cuyo nombre Jehová, tiene que ser alabado y glorificado por toda la eternidad. Por ello, los autores de este blog, prescindimos de los detalles personales, dando solo nuestros nombres de pila y que consideramos como más que suficiente, pues no somos nosotros los importantes.

Los dos titulares de este blog, Manolo y Armando, empezamos nuestra aventura tal y como señalamos en el pequeño comentario que acompaña al encabezado que da título al mismo, con la única intención de hacer simples reflexiones acerca de los argumentos usados en algunos artículos religiosos que aparecen en los distintos medios de difusión, básicamente en Internet y estableciendo para ello un pequeño contraste entre lo que refleja el artículo en cuestión, con lo que dicen las Escrituras realmente y que no siempre es coincidente...... es más, casi da la sensación, de que hay tantas y distintas opiniones como personas que las emiten. Personas por demás, la mayoría de las cuales son cualificadísimas y con grandes conocimientos en Teología u otras disciplinas creadas por el hombre y usadas para el estudio del texto sagrado, lo cual, una cosa y la otra, nos pueden llevar a la sensación de que la Biblia es un libro difícil de entender, además de estar solo al alcance de personas con un alto coeficiente intelectual...... pero ¿es eso realmente así?; veamos:

La Biblia es un conjunto de libros que fueron escritos en su momento, para pastores, agricultores, pescadores, carpinteros, etc., por lo tanto, para gente sencilla y de no alta erudición, por lo cual deberíamos de razonar que es en su conjunto, un libro fácil de entender. Sin embargo, ahí está el hecho de la tremenda confusión reinante, no solo entre los distintos comentaristas ya citados, sino entre las numerosas organizaciones religiosas existentes, sectas añadidas y que todos y todas se llaman seguidores de Cristo, pero cuyas enseñanzas y a pesar de los conocimientos atesorados por sus miembros, difieren totalmente unas de otras, no llegando en ningún caso a ponerse de acuerdo y algo que no deja de ser inaudito. Pero contrario a lo que pueda parecer, la Biblia sí es sencilla y perfectamente entendible, siempre que se tenga en cuenta una regla básica: dado que refleja los pensamientos de su Autor y Creador del universo (incluida Tierra y lo que en ella habita), es requisito básico el verla desde el punto de vista de Este y no del nuestro, eso es, no ir a ella con ideas preconcebidas, sino estar en sintonía con Él, mediante un sincero deseo de aprender y por ello, acudir en Su busca mediante la oración, en demanda de la ayuda oportuna que necesitemos en cada momento para conseguir tal fin y que nos será dada mediante Su Espíritu Santo o poderosa fuerza activa. Cuando Jesús estuvo aquí en la tierra, nos explicó que eso era posible. Veamos que dijo, según esta reflejado en Lucas 11:11-13:

Realmente, ¿qué padre hay entre ustedes que, si su hijo pide un pescado, le dará acaso una serpiente en vez de un pescado? 12 ¿O si también pide un huevo, le dará un escorpión? 13 Por lo tanto, si ustedes, aunque son inicuos, saben dar buenos regalos a sus hijos, ¡con cuánta más razón dará el Padre en el cielo espíritu santo a los que le piden!

Pero ¿es eso bastante? Bueno, esa es la parte que hace Jehová Dios (Yahveh, según traducciones) y por lo que vamos a ver ahora, cual es la nuestra; porque si bien es cierto que una buena preparación general o tener estudios superiores, no es nada desdeñable, no obstante y para entender las Escrituras, resultan más provechosas en la mayoría de las ocasiones, la lógica, el sentido común y la capacidad de razonamiento, amén de saber leer correctamente, que todos los conocimientos que podamos atesorar. Es más, nos atreveríamos a decir que en algunas ocasiones, una alta erudición, más que una ayuda, se convierte en un obstáculo y para ello, a modo de ejemplo gráfico, se cuenta acerca de un sabio que se presentó a un concurso y la primera pregunta fue la siguiente: “Instrumento de madera para comer sopa”…… ¡fácil ¿no?! Bueno, pues el citado sabio no supo contestarla; y es que eran tan elevados sus conocimientos, que las cosas simples no tenían cabida en su cerebro y algo que desgraciadamente, suele ocurrir con frecuencia; y como la Biblia, es sobre todo simple y sencilla, resulta fácil de entender para las mentes simples y sencillas y difícil de entender para las personas atiborradas de conocimientos y que se fían de ellos para alcanzar ese conocimiento de las cosas divinas…… nada en definitiva, de lo que no se nos hubiera advertido en su momento por Jesús, pues estas son sus palabras:

En aquella misma hora se llenó de gran gozo en el espíritu santo y dijo: “Te alabo públicamente, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido cuidadosamente estas cosas de los sabios e intelectuales y las has revelado a los pequeñuelos. Sí, oh Padre, porque el hacerlo así vino a ser la manera aprobada por ti.” (Luc 10:21).

Y sin que ello signifique de ninguna manera, que no haya que hacer un esfuerzo por nuestra parte, porque las escrituras también nos hablan acerca de eso:

Por consiguiente, les digo: Sigan pidiendo y se les dará; sigan buscando y hallarán; sigan tocando y se les abrirá. 10 Porque todo el que pide recibe y todo el que busca halla y a todo el que toca, se le abrirá.” (Lucas 11: 9-10).

Como vemos, este pasaje nos habla de la persistencia o del esfuerzo continuado, como elemento indispensable para la consecución del objetivo deseado; con eso en mente, pongámonos en marcha hacia la consecución del mayor de los logros, eso es, el pleno conocimiento del Altísimo y su propósito para con su creación humana…… ello y en palabras de Su Excelso Hijo, nos dará en su momento la entrada a la vida eterna:

Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y al que tú has enviado, Jesucristo.”

Que Jehová bendiga su esfuerzo.

Sus amigos, Manolo y Armando.